Un poema de Ida Vitale (Montevideo, 1923), tomado de su poemario Oidor andante, para la celebración del 8 de Marzo. Sea cual sea la motivación o el sentido que la poeta quisiera dar al poema -¿se trata solamente de un dibujo sobre las palabras?- me apetecía proyectar aquí otras sugerencias. Al fin y al cabo, el objeto de la literatura en general ¿no debe ser convertir en cómplice al lector y que él siga procreando pensamientos, anhelos y palabras?
LA PALABRA
Expectantes palabras,
fabulosas
en sí,
promesas
de sentidos posibles,
airosas,
aéreas,
airadas,
ariadnas.
Un
breve error
las vuelve
ornamentales.
Su
indescriptible exactitud
nos borra.
La palabra, es en femenino, porque el lenguaje es la mujer quien los trasmite. Desde las nanas
ResponderEliminarPor la mujer. Un abrazo
Te diré más: es la que nutre, la que reproduce, la que acompaña. Desde el útero.
EliminarPor su presencia y latencia.
Las mujeres somos el origen y el todo, pero sin rechazar la compañia de aquellos varones a los que necesitamos porque sin ellos la victoria sería escasa. Un abrazo
ResponderEliminarTengo que racionalizar un poco tu opinión. Mientras, me voy a remontar hasta los primeros antropoides a ver qué me cuentan de cómo se vieron ellos.
Eliminar...Será, posiblemente, "vuelta a las andadas", mientras la palabra igualdad- justicia, no se aplique en su verdadero concepto. "Compromiso moral" como decía la poeta esencialista...
ResponderEliminarA las palabras las tiene que respaldar la fortaleza de conceptos claros, de lo contrario las palabras quedan huecas y lo que se haga solo con ellas se llama demagogia.
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