De la azora LXI, del Corán: "Dios ama a los que luchan en su senda, en línea de combate, cual si fuera un sólido edificio" (traducción de Juan Vernet) Con estos precedentes teóricos, donde la metáfora es un arma de dos filos con ambigüedad calculada y dogmática. Si se suman las situaciones sociales y políticas de sometimiento y agravio de amplios territorios de Asia y África. Si a mayores se tienen en cuenta los intereses enfrentados y abyectos de Estados que persiguen turbios fines de supremacía. Si el panorama se desborda con el fanatismo incubado por y para los malvados, ¿de qué nos extrañamos? Ciertamente, también la Biblia está cargada de citas belicosas, y bien que han sido utilizadas para una historia de la destrucción de vidas y pueblos. Pero la trayectoria histórica de los últimos años en Occidente las ha dejado al menos y de momento congeladas o, si se prefiere, desactivadas. En manos de todos, tirios y troyanos, de cualquier mentalidad o fantasías, está superar a los bárbaros en lugar de dejarse contagiar por ellos. Todo sea para que el dios del Horror sea superado por el Hombre cabal.