21.7.13

La mano de obra guerrera















Para quien se olvide de qué se nutren los ejércitos, tanto en el espacio como en el tiempo llámese historia o patria: "...Todos los que llegaban eran gente pobre. Unos eran peones de hacienda, otros eran de los que viven las orillas de los pueblos y trabajan un día de adoberos y al siguiente de aguadores, otros eran cerreros, gente que vive en el monte haciendo un poco de leña, un poco de carbón, matando un venado. Raro era el que llegaba con un caballo, más raro el que traía una escopeta, algunos llevaban machetes u hoces, la mayoría no llevaba nada. Todos tenían hambre, cosa que habría de convertirse en una de nuestra mayores preocupaciones". Entresacado de la novela Los pasos de López, de Jorge Ibargüengoitia. Pero tamaña historia narrada, novelada, ¿no recuerda acaso y también la procedencia y el destino de la mano de obra obrera? Disculpas: ya sé que es más fino llamarlo incorporación al mercado de trabajo. Por cierto, ¿de dónde vendrá cierta expresión que se nombra como el ejército de parados