10.12.14

A vueltas (por casualidad) con el deseo















Redundando, no obstante salir por casualidad al encuentro las citas literarias: "Porque el deseo es un no lugar en el que todos los caminos vertiginosamente se confunden". José Ángel Valente en Palais de Justice. ¿Algo así como una ruta de perplejos en el vacío? ¿O una encrucijada improbable en que todas las posibilidades se activan ante la indecisión o bien frente a una decisión demasiado apresurada? Más leña al fuego por parte de monsieur Roland Barthes: "¡Te amo, te amo! Surgido del cuerpo, irreprimible, repetido, todo ese paroxismo de la declaración amorosa, ¿no esconderá una carencia? No habría necesidad de decir esa palabra si no se tuviese que oscurecer, como hace el calamar con su tinta, el fracaso del deseo bajo el exceso de su afirmación". ¿Será que el deseo apuesta por sí mismo ignorando un más allá? ¿Será que el más allá, eso llamado por la cultura equívocamente amor, será la traición de lo más natural, lo más nutriente, lo instintivo?



Fotografía de Herbert List