"En lo profundo de mi corazón yo tengo fe,
hemos de vencer algún día."
Lo profundo de un corazón humano: esa zona abstracta, ignota, metafórica, inalcanzable incluso para el propio hombre. Se sabe pero no se ve. Se siente pero no se toca fondo. Se intuye pero no se materializa. ¿Había fe en hombres como Pete Seeger o se trataba simplemente de preservar la más elemental esperanza? ¿Cuál de las dos virtudes hizo tan combativo al cantor? Pete Seeger recitaba su coreado We shall overcome y enardecía a los rebeldes con aquella cadencia moderada que a veces rompía elevando el grito. Himno, cantata, poema, canto épico, oración de resistencia pacífica. Atravesó fronteras. Denunció a las autoridades de su propia nación y sirvió para unificar a los de abajo. Llegó hasta nosotros allá a finales de los sesenta. Mala racha llevamos últimamente. Se nos mueren los poetas, y uno no quisiera que el blog fuera un obituario. Como tampoco desea que mueran los buenos. Pero hay que ser agradecidos y recordarlos. Pete Seeger fue acción de la palabra que aún nos habla. A cantor o poeta muerto, ya se sabe...Relevo.