23.9.13

Bayona o la dignidad














Reconocimiento. "Mis padres son mis héroes. Entendieron mejor que nadie que la educación no era un gasto sino una inversión." Suscribo la opinión de Juan Antonio Bayona, director de cine, quien me ha recordado dónde mora y hierve la dignidad de los individuos. Que luego gente extraña, con poderes delegados, van a traicionar. Héroes o mortales sufridores, los padres ya se encargaban casi cotidianamente de insistir, aunque el lenguaje fuera en otros tiempos más austero. Hijo, aprovecha para ser alguien el día de mañana, era el mensaje literal. A Bayona, hombre cabal y agradecido,  el Premio Nacional de Cinematografía que le concedieron el sábado no le prostituye. "Con mi profesión he viajado y he descubierto que el mundo no se acaba en casa. No creer en fronteras me ha dado fuerza para crearme un mundo sin límites." En dos líneas, una síntesis de su provecho. Brinda en público los frutos del esfuerzo y de la mente abierta al universo. Un universo que desde instancias temporales, en su ceguera, pretenden reducir. Apostilla del cineasta: "No llegaremos a ningún sitio si no consideramos la cultura y la educación como los cimientos sobre los que aposentar nuestra sociedad."  El ministro tuvo que tragarlo con sonrisa Mc Donalds. Bayona y su cara de póker al recibir el premio. Bayona y su no hacer aprecio a la autoridad. Bayona y la dignidad: ahí y en ese instante.