No he de callar
por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
Gracias por tus palabras satíricas y censorias que sobrevuelan casi cuatrocientos años de retorcida historia, Don Francisco. Un consuelo. Mas no nos curamos de aquellos males de antaño que siguen siendo de hogaño.