5.10.13

Marat-Sade














"Para distinguir lo falso de lo justo
necesitamos antes conocernos y yo no me conozco."

Habla de este modo Sade en la obra de Peter Weiss Persecución y asesinato de Jean-Paul Marat. Hay días en que nuestro entorno recuerda el manicomio de Charenton. Allí se ponían en escena representaciones teatrales como parte de la terapia de los enfermos. ¿Qué tenemos nosotros? Se nos vende todo tipo de espectáculo mediático como personalizado, pero nada del mismo garantiza nuestro conocimiento. Sigue diciendo el personaje Sade de Weiss:

"Si pienso alguna vez que he descubierto algo,
en seguida lo dudo
y por fin sin piedad tengo que destruirlo."

Aquel Sade tenía más claridad que nosotros. Atrapados en una espiral donde no medimos ni la profundidad ni el peso específico de la ficción, llega un momento en que no sabemos si somos actores o espectadores. Perdidas las referencias lo peor que nos puede pasar es que no dudemos; sin duda no hay conciencia de la situación y por lo tanto el significado de nuestras vidas solo conoce la irreal libertad de Sísifo para ejecutar la obligación. ¿Qué elección nos queda, pues? 

"Lo que hacemos nosotros es tan solo el fantasma
de aquello que queremos;
nadie puede acceder a otras verdades
que a las cambiantes verdades de la propia experiencia."