23.1.24

Descripción del alfar, por Vincenzo Consolo

 



"Del barro nace todo lo que es de barro; de la arcilla, cráteras, vasos, ánforas, vasijas, redomas, odres, tinajas, cántaros, cuartos, candelabros para la noche, tulipas blancas. Hidrias, jarros para el aceite". Vincenzo Consolo en su novela De noche, casa por casa. Como un homenaje al barro y al trabajo de torno, Consolo nos recuerda pérdidas: utilización de la materia prima, uso y fin del objeto, técnica y esfuerzo del alfarero. Qué lejos aquellos tiempos en que nada de lo creado entre manos y barro podía ser contaminante jamás. E incluso podría decirse de ello: el barro vuelve al barro, porque también lo roto era reciclable sin opción a interferir los ciclos naturales, algo que el plástico ya vemos el desastre que causa.



Continua Consolo en su preciosa novela: "Va el ceramista a la cantera, a las galerías; en los filones de Torrazzi carga las cestas de sus mulos y sus asnos. Amasa el barro en el foso, lo extiende para que se seque sobre la explanada. Golpea con su maza y alza nubes de polvo. Es el momento del agua y de la mezcla. Prepara el barro comenzando al azar; después, el empastador descalzo, encorvado, da un ritmo, un sentido y una geometría a su danza. Primero es el abanico, en sectores; después, el torbellino, en espiral de caracol; tercero, el círculo, una corona dentro de la otra. Ahora pasa el material al torno. Trabaja, amasa el barro, reúne el material en una bola, la pone sobre el torno, la hace girar, endereza, agujerea, moja, tira de la arcilla, pasa la espátula sobre la forma incierta, quita las rebabas del fondo amplio". ¿No es una descripción detallada y rica de la tarea de un oficio mermado si no prácticamente desaparecido? Los que hemos conocido de cerca un alfar y hemos visto trabajar a sus hombres y mujeres siempre hemos salido envueltos en una especie de encantamiento. Pero no hay magia potagia, solo inteligencia, acción hábil, constancia y esfuerzo, soberano esfuerzo. Y en muchos casos secuelas deformes en los cuerpos.

La descripción de Vincenzo Consolo continua con un léxico y una precisión que maravilla. Sería prolijo insistir en el texto, pero el desarrollo del argumento en la mítica Sicilia bien atrapa al lector que decida acercarse a esta u otras obras del escritor italiano. Además de la citada recomiendo su novela Retablo, que me fascinó.



(Fotografía de Vincenzo Consolo tomada de la página del autor. Fotografía de unos cántaros de alfar de  Priego, Cuenca) 

10.1.24

Aquel poema NO de José Luis Hidalgo

 


Como tantos poetas de aquel tiempo de posguerra española, pocos se acordarán, y menos sabrán entre las generaciones actuales, de José Luis Hidalgo (1919-1947), poeta santanderino muerto a los 27 años. El tema de la muerte es obsesivo en su obra poética. Pero no está menos dispuesto a atender la poesía amorosa, a veces desgarradora también. Y es que como dijo Hidalgo  en una carta al director de una revista de poesía: "Por más vueltas que se le dé, la poesía se hace con pasión, más o menos contenida, pero pasión al fin. Y cada día me revienta más aquella frase de Mallarmé, cuando aseguraba que la poesía se hace con palabras. Esto, en mi opinión es música más o menos celestial". 

Se puede comprobar, pues, este criterio de José Luis Hidalgo en la potencia y la hondura del poema NO, incluido en su libro Raíz

 

NO 

La noche te derriba para que yo te busque
como un loco en la sombra, en el sueño, en la muerte.
Arde mi corazón como pájaro solo.
Tu ausencia me destruye, la vida se ha cerrado.


Qué soledad, qué oscuro, qué luna seca arriba,
qué lejanos viajeros por ignorados cuerpos
preguntan por tu sangre, tus besos, tu latido,
tu inesperada ausencia en la noche creciente.


No te aprietan mis manos y mis ojos te ignoran.
Mis palabras buscándote, en pie, inútilmente.
La quieta noche en mí, horizontal y larga
tendida como un río con las riberas solas.


Pero voy en tu busca, te arranco, te descuajo
de la sombra, del sueño; te clavo en mi recuerdo.
El silencio edifica tu verdad inexpresable.
El mundo se ha cerrado. Conmigo permaneces.