19.2.15

Oliver Sacks y la bondad de la vida

















"Por encima de todo, he sido un ser con sentidos, un animal pensante, en este maravilloso planeta y esto, en sí, ha sido un enorme privilegio y una aventura". Oliver Sacks, el escritor que nos deparó aquella sorprendente novela El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Pero ese párrafo no es del papel, es de la novela de su vida, una declaración testimonial al comunicar que padece cáncer terminal. Pienso si este tipo de declaraciones no deberíamos hacerlas -sin esperar a un estado extremo irreversible- siquiera en nuestro interior, de manera periódica, para revisar si las prácticas ordinarias nos liberan o nos esclavizan. Si somos pasto del estrés y la futilidad que nos consume o si somos capaces de valorar y elegir lo que merece la pena. Precisa Sacks en su declaración que titula Mi propia vida: "No puedo decir que no tenga miedo. Pero mi sentimiento predominante es el de la gratitud. He amado y he sido amado; he dado mucho y me ha dado bastantes cosas; he leído, viajado y escrito”. ¿No hay en ambas citas un reconocimiento explícito a la bondad de la vida? En fin, creo que los propios comentarios del escritor no deben ser apostillados. Son suficientemente expresivos. Te dejan en la inquietud de que perteneces a la misma condición humana que él.



13.2.15

Vergílio Ferreira nos hace pensar


















Ser contundentes ante ciertas dudas que intuimos trascendentes. Vergílio Ferreira: "Negar la razón de la vida es entregarla a la muerte". Entonces, ¿por qué se niega tanto la vida? ¿Por qué no somos capaces los humanos de atajar las hambrunas, las enfermedades, las guerras, las carencias...que son negadoras de vida? Ni siquiera tras preguntarnos sabemos obtener respuestas. Riesgos de vivir al día y muy de sálvese quien pueda. Dice el escritor luso: "Los valores pasan. Y las religiones. Y todos los complicados sistemas de reflexión madura. Y todo. El hombre se queda. ¿Cómo no fijar en él el absoluto de todo?". Desalojo, deconstrucción, desnudez. Las imágenes, en cualquiera de sus vertientes y corpus ideológicos, que se hagan a un lado. Queda el hombre materia. Pero, ojo, no eternidad. "Seguro que un día (el hombre) también morirá. Pero el antes o el después de él no existen. ¿Vale la pena hablar de eso? ¿Vale la pena insistir en el valor de la vida, que es la evidencia primera anterior a cualquier evidencia?". El aparente antropocentrismo de Ferreira no es trivial. Obviamente, hay más materia antes que el hombre y seguirá habiendo después de su desaparición. Ni siquiera el hombre ha sido el mismo (lo mismo) durante los miles de años en que ha estado haciéndose (y deshaciéndose) para devenir siempre en otro. Pero si reducimos la dimensión temporal del hombre, si pensamos solo en nosotros (¿acaso pensamos en algo más que nosotros o lo que está más allá nuestro no lo pensamos en función de nuestra existencia?) la percepción humana desprecia otras temporalidades. El hombre se explica o se desmarca del resto del universo en función de ser él mismo. Remata Vergílio Ferreira: "Deja que los demás discutan y se enreden con la angustia de llegar a la conclusión a la que tú ya llegaste cuando abriste los ojos sobre ti. Antes o después no hay nada. Y en el intervalo está todo. No hay ninguna razón que demuestre que el sol existe, excepto la existencia. Negar la razón a la vida es entregarla a la muerte. ¿Por qué cambiar eso? Mira el sol. Caliéntate. Estás bien." 

No pude evitar la cita 148 entera de su libro Pensar. Da para pensar, y disculpas por la redundancia.

 










Fotografía superior de Brassai



7.2.15

Clarice Lispector y la celada de las palabras





















"Tengo miedo de escribir. Es tan peligroso". Clarice Lispector en Un soplo de vida. Pero ¿no nos gusta escribir para desahogarnos, por una tendencia que nos pide el cuerpo, para pasarlo bien? Acaso no; incluso pasarlo bien o sentirnos a gusto no responde a considerar como fruslerías y anécdotas los recuerdos, sino al hecho de saber prospectar en nuestras propias heridas. Lispector: "Quien lo ha intentado lo sabe. Peligro de hurgar en lo que está oculto, pues el mundo no está en la superficie, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades del mar". Ah, la superficie de las cosas, siempre tan vagas y aparentes que quien se queda en ellas se despista y no cala en la dimensión profunda que poseen. ¿Método para escribir? "Para escribir tengo que instalarme en el vacío. Es en este vacío donde existo intuitivamente. Pero es un vacío terriblemente peligroso: de él extraigo sangre. Soy un escritor que tiene miedo de la celada de las palabras: las palabras que digo esconden otras: ¿cuáles? Tal vez las diga. Escribir es una piedra lanzada a lo hondo del pozo". El vacío: despojarse de las pinturas que nos recubren, desnudarnos para nuestra propia mirada, renegar del turbio sonido de las palabras admitidas, que siempre responden a ideas preconcebidas y acaso pocas veces comprobadas por cada uno de nosotros. Seguiré leyendo Un soplo de vida, pues hacen falta muchos para sobrevivir y tocar algo del fondo del pozo.