4.1.14

Los golpes de Scott Fitzgerald












Scott Fitzgerald en El hundimiento: "Está claro que vivir consiste en hundirse poco a poco." La vida ¿un buque al que nada más partir ya le espera el naufragio? No obstante, nos lanzan, y lo asumimos, a la aventura como si nuestro destino fuese flotar siempre. "Los golpes que uno va encajando de manera más espectacular, los golpes más inesperados y duros que vienen —o parece que vienen— de fuera, esos que no se olvidan, esos a los que se les achaca todo y a los que nos referimos cuando hablamos con los amigos en los momentos de debilidad, esos golpes son los que, al principio, no dejan huella", prosigue Scott Fitzgerald. Quien más o quien menos, ¿no hemos sido azotados por defecciones, olvidos, traiciones, metas no logradas o situaciones de privación que nos parecen el fin del mundo? Y sin embargo, nos sobreponemos y seguimos navegando. ¿Hay algo peor? Probablemente. Habla el escritor: "Pero hay otro tipo de golpes, que vienen de dentro y que acusamos siempre demasiado tarde para poder hacer algo al respecto. Entonces se adueña irremisiblemente de nosotros la revelación de que nunca más seremos quienes éramos."A buen entendedor...parece decirnos. La marca del tiempo, el deterioro imparable, las alteraciones que nos muestran los límites, la revelación de que no vamos a ser eternos. Ahí nos duele a cada cual lo que nos duele. Dejémoslo en abstracto.