22.12.13

Cuando el fuerte es frágil















¿Realmente triunfan los que triunfan? En la película Odette, una comedia sobre la felicidad, dirigida por Eric-Emmanuel Schmitt, no solo se habla de la historia de Odette sino también de la de Balthazar Balsan. Éste, un escritor famoso de éxito de ventas, recibe de pronto una sarta de críticas demoledoras en la prensa, lo cual no solo interrumpirá su manera de escribir sino que sobre todo alterará su vida. Diálogo entre Balthazar Balsan y su editor, que le reprocha que no se defienda de los ataques de la crítica:

Editor. Eres demasiado amable, Balthazar, demasiado buena persona.

Balthazar. Tampoco voy a cambiar y volverme como ellos para complacerles. Aunque cuando me hieren me hundo.

Editor. Eres demasiado sensible, demasiado frágil.

Balthazar. Si no fuera frágil, ¿cómo habría podido escribir?

El triunfo de los frágiles que aparentan fortaleza  ¿implica el triunfo de la fragilidad? Tal vez la fragilidad conduzca a desarrollar una obra, pero ¿eso basta para garantizar sus resultados y, sobre todo, la calidad de sus propiedades? Lo mismo podría reflexionarse sobre acontecimientos diversos de la historia humana, sobre el desarrollo de la técnica, sobre el ejercicio del poder, sobre la imposición de las ideologías. Y siempre una duda: ¿se imponen los hechos por su fragilidad o por su consistencia? Ah, esa terrible dualidad que pasa factura. Y que, probablemente, hace vivir a los hombres en lo que no es.















Imágenes de la película Odette, una comedia sobre la felicidad