Uno te escucha desde hace años por las noches, aprende de tu sabiduría del jazz un poquito, se deja llevar por el repertorio que has elegido, se consuela en la soledad de las horas y de pronto, zas, le dejas plantado. Me dejas plantado. Y la radio pública, que en este país se llama nacional empobreciendo aquel concepto, se queda más vacía. Asco me da que la muerte se lleve a los buenos.
(Ahí queda tu blog, ya huérfano: http://cifujazz.blogspot.com.es/ )
Nota Bene. En efecto, como dice un comentarista, recibe Besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples, como te gustaba despedirnos al final del programa.