25.12.23

Propuesta de Kenko Yoshida para evitar errores y aflicciones en la vida

 


Prudente propuesta de Kenko Yoshida en su obra Tsurezuregusa, u Ocurrencias de un ocioso: "En la vida, si quieres evitar yerros y aflicciones, lo mejor que puedes hacer es ser siempre sincero, respetar a todos sin distinción alguna y hablar poco." Espléndido objetivo con dificultad inherente. Porque ¿quién es por naturaleza sincero en un mundo de engaño? ¿Quién escrupulosamente respetuoso ante tanta soberbia o ira? ¿Quién puede ser capaz de callar mientras nos salpican las babas de los sabelotodo que no saben nada? O precisamente por eso el monje Yoshida conoce el percal de lo que habla. 

Continúa: "Todos los que obren de este modo serán estimados, jóvenes o viejos, pero especialmente si la persona es joven, bella y reservada nos seducirá tanto que no podremos olvidar su recuerdo." ¿Valora Yoshida esta disposición en aquellos que van recorriendo aún tempranamente la vida? Sin embargo, nosotros aceptamos con relativamente buen grado y hasta cierto punto comprensiblemente que los jóvenes sean imprudentes, charlatanes y expresivamente lúdicos. Y somos más duros y contundentes con aquella gente mayor que se supone de vuelta de la vida pero que no cesa en su charlatanería, en la imposición de sus criterios y en el desprecio por los otros.

De la observación como argumento el monje concluye: "Del deseo de mostrar que uno lo sabe todo, que conoce bien una materia, y de no mirar con estima a los demás, nacen todos los yerros y aflicciones."


Nota. Esta entrada ha sido propiciada por una lectura en el blog Un faro en Tule 


(Ukiyo-e de Katsushika Hokusai)