11.11.15

La voluntad de unos pocos, según Pedro Olalla














Pedro Olalla en el prefacio de su Historia menor de Grecia: "Trabajando en esta obra creo haber aprendido que lo que ha hecho mejor al mundo es la voluntad y la integridad de algunos individuos". ¿Una minoría es la que salva el mundo? Prosigue Olalla: "Si hoy el mundo es en algo mejor que en el pasado, es porque ha habido hombres que en algún momento han preferido hacer lo que consideraban bueno, aunque hayan fracasado o sucumbido, o, mejor dicho, aunque en ocasiones su victoria haya sido tan solo moral". ¿Así de simple? ¿Todo depende de la voluntariedad de los hombres? No creo que el helenista español vaya por la simpleza, pero admito su mensaje de optimismo o, mejor dicho, de estímulo para que nos centremos en el lado constructivo de las cosas que tiene la humanidad. Ciertamente, en los tiempos sumamente espurios como los que vivimos, donde la cota de reducción de la vida al mero logro del beneficio a cualquier coste moral ha alcanzado récords históricos, que alguien nos transmita una reflexión sobre la integridad y el desprendimiento de ciertas personas es válido y asombroso. Surgen las preguntas: ¿Deciden esas personas íntegras el cambio de rumbo de las sociedades? ¿Influyen sobre grupos para que se multiplique el esfuerzo y el ejemplo? ¿Puede llegar tal actitud a constituirse en aspiración mayoritaria? Las preguntas y las dudas van de la mano. Pero Olalla retoma el vigor de conceptos antiguos y los carga de sentido: "Hoy, al igual que siempre, son progresistas quienes luchan contra la injusticia y la ignorancia, y son retrógrados quienes las favorecen por alguna razón".  Dicho de otro modo: lo moderno y posmoderno o pasa por la revisión y el planteamiento moral de las conductas y los fines que den un vuelco a las miserias históricas o caen por su propio peso de vaciedad.