Poeta andalusí Abu Tammam ibn Rabah de Calatrava sobre los hombres mezquinos:
"Los menos importantes de los hombres
son, en su mayoría, corruptos, e incapaces
de elevarse a las buenas acciones.
¿No ves una virtud oculta que nos cura
en las aves de presa,
mientras nos hacen daño los mosquitos?
Mi asombro ante el punto de vista de un andalusí del siglo XI que acabo de descubrir. ¿No nos vienen al pensamiento y de frente las imágenes de numerosos personajes y personajillos que juegan a la partida del poder en nuestros días, sea cual sea su peldaño de la escala, si bien la mayoría no tratan más que de satisfacer sus egos y ambiciones? ¿De qué van los aprendices de brujo que se creen saberlo todo y apenas saben casi nada? ¿Dónde queda la humildad y la disculpa de todos los pringados e investigados, cuando no condenados, por la justicia, sean políticos, banqueros, funcionarios o futbolistas?
No capto bien cuál será para el poeta andalusí la virtud oculta disponible en las aves de presa que cura a los hombres. Pero en nuestros días aves de presa y mosquitos parece estar aliados en aras de fines de los que ambos se benefician. Unos para alcanzar más altas cotas de poder y de riqueza. Otros para emular a aquellos, conformándose con las migajas que les dejen y que se las regatean al común de la ciudadanía. Aunque no creo que hacer de ave de presa o de mosquito sea propiedad exclusiva de cargos públicos. Cuántos de estas especies no pulularán en nuestras familias, entre compañeros de trabajo, entre vecinos, entre agentes gremiales.
En fin, un placer conocer el punto de vista de un paisano nuestro como Abu Tammam -recordemos que los andalusíes vivieron en territorios de lo que siglos más tarde se denominó España, luego podemos revindicar su memoria y sus aportaciones como las de los cristianos- pues cultivaron la poesía -como las ciencias, las técnicas, la organización social, las leyes, etc.- en tanto o mayor grado que los que les combatían desde los reinos cristianos. Y la poesía buena, ya se sabe, lleva consigo el filosofar, el sacar conclusiones constructivas, el comprobar empíricamente que las virtudes y defectos son compartidos por todo el género humano, sea cual sea su ubicación o imaginario.
Leer, recuperar la lectura, desconocida para gran parte de nuestros paisanos, de aquellos ancestros de la cultura andalusí supone una fuente cultural y literaria inagotable y gozosa. Lástima que los vencedores seculares, una vez más, aplastaran y ocultaran la sabiduría de sus otros paisanos. Pero hoy, gracias a trabajadas traducciones y empeños editoriales podemos recuperar. Vean, como ejemplo, la revitalización actual de la antigua Escuela de traductores de Toledo.