Reconocimiento. "Mis padres son mis héroes. Entendieron mejor que nadie que la educación no era un gasto sino una inversión." Suscribo la opinión de Juan Antonio Bayona, director de cine, quien me ha recordado dónde mora y hierve la dignidad de los individuos. Que luego gente extraña, con poderes delegados, van a traicionar. Héroes o mortales sufridores, los padres ya se encargaban casi cotidianamente de insistir, aunque el lenguaje fuera en otros tiempos más austero. Hijo, aprovecha para ser alguien el día de mañana, era el mensaje literal. A Bayona, hombre cabal y agradecido, el Premio Nacional de Cinematografía que le concedieron el sábado no le prostituye. "Con mi profesión he viajado y he descubierto que el mundo no se acaba en casa. No creer en fronteras me ha dado fuerza para crearme un mundo sin límites." En dos líneas, una síntesis de su provecho. Brinda en público los frutos del esfuerzo y de la mente abierta al universo. Un universo que desde instancias temporales, en su ceguera, pretenden reducir. Apostilla del cineasta: "No llegaremos a ningún sitio si no consideramos la cultura y la educación como los cimientos sobre los que aposentar nuestra sociedad." El ministro tuvo que tragarlo con sonrisa Mc Donalds. Bayona y su cara de póker al recibir el premio. Bayona y su no hacer aprecio a la autoridad. Bayona y la dignidad: ahí y en ese instante.
Sabe decir las cosas como son !
ResponderEliminarVaya, pues que siga Bayona y más gente como él, porque a los profesores no nos hacen caso.
ResponderEliminarUn saludo
Juan M
No creer en fronteras, si acaso reconocer en ellas una convención política y administrativa, sin otros efectos colaterales que no sean facilitar la vida de la gente.
ResponderEliminarCultura y conocimiento, sí señor, es lo que hace falta. Que somos de la misma familia, homo sapiens, criaturas en constante migración, así que las patrias son un invento diabólico para justificar la indignidad de quienes no se la sacan de la boca.
Con tu permiso, pasaré a visitarte de vez en cuando.
Muchas gracias por seguir mi blog.
Afortunadamente todavía hay gente que se atreve a decirle a la autoridad a la cara unas cuanates. Seguramente el ministro sonrió y no se sintió aludido, él ha castigado a muchos jóvenes a no poder estudiar por no tener medios, generación perdida, algún día esto pasará factura..
ResponderEliminarun saludo y gracias por informarnos siempre