Filósofo Richard J. Bernstein en El País: "Hay gente que cree que la democracia es el libre mercado, otros que es solo un voto". Aunque hable pensando sobre todo en los acontecimientos de enero en los Estados Unidos, la frase puede ser aplicada a otros países. Obviamente la sociedad democrática ha crecido en muchos lugares a la par que ha tenido lugar un desarrollo mercantil, pero que este se siga dando no garantiza la salud democrática. ¿Falla algo? Añade Bernstein: "Yo no creo que ese sea el corazón de la democracia. Democracia es un conjunto de prácticas sobre cómo tratas a los demás. Si no tienes respeto por el otro, si no hay voluntad de dialogar con el otro..., sin ese ethos, la democracia se puede transformar en algo inútil".
Una vez más alguien que sabe llama la atención sobre los límites fundamentales de la democracia. Ni el lado político al uso, con su sistema electoral relativo y discutible, ni la mera separación de poderes por sí mismos, que no siempre se cumplen, ni la configuración jurídica de una sociedad, con ser todos ellos necesarios como herramientas, bastan. Es esa vertiente ética que señala el filósofo lo que puede dotar de futuro a un sistema de relaciones humanas y de convivencia garantizado que ha venido funcionando con luces y sombras. Dar un voto cada cierto tiempo y se acabó dice tan poco de la capacidad del ciudadano, tan ingenuo como conformista al limitarse a ello. Pero una puntilla más del filósofo: "La forma en que está organizado el sistema capitalista internacional financiero fuerza un tipo de violencia sistémica. No existe la idea de una responsabilidad respecto a la pobreza. Incluso en el lenguaje hemos perdido esa noción del bien común".
¿Qué es eso del bien común?, deben preguntarse las nuevas generaciones mientras que las viejas nunca lo tuvieron claro. Y es que cuando rehuimos el lenguaje apropiado e inventamos uno nuevo pero falso, ¿no estamos desproveyéndonos de mantener a salvo los conceptos que han valido la pena?
"Mantener a salvo los conceptos que han valido la pena" supone reconocer que esos conceptos no solo existieron, sino que "las viejas" generaciones lucharon por realizarlos. Lo contrario es desconocer injustamente la historia.
ResponderEliminarSalud
Por eso mismo hay que cuidar el lenguaje apropiado y tratar de que un neolenguaje de la mentira no se apropie de los conceptos que...han merecido la pena, y que algunos pretenden desvirtuar.
EliminarDicen que la democracia es el menos malo de los sistemas y en ese afán cuando los demócratas entran en países a implantarla acaba habiendo mieles de muertes. La democracia necesita una revisión . Abrazos
ResponderEliminarObviamente eso es que tienen dos varas de medir, y la Democracia más on line se la reservan para el interior. Las invasiones y conquistas ya se sabe lo que acarrean. Necesitamos todos los ciudadanos una revisión. ¿Estamos por la labor?
EliminarReflexiones más que oportunas, tras lo que pasó en USA, y que deberíamos pensar de vez en cuando.
ResponderEliminarGracias por compartir
Y por doquier, al menos en USA han un sector que lo tiene más claro, ya se verá su influencia. Pensar todos los días, más bien.
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ResponderEliminar...Está clarísimo lo que dice Bernstein y lo que aclaras sobre lo que dice.
Bien común... ahí está la clave. Pero es tan difícil entender lo que significa y aplicarlo en su concepto? Es que el razonamiento del ser humano no ha sido capaz de interpretarlo y llegar a asumirlo?...
Cuando yo escuchaba de niño la expresión "bien común" me sonaba (a mí y a todos) a demagogia, porque venía de boca de los que controlaban con mano dura el país. Con el tiempo escuché otras voces que hablaban de esfuerzo común, por ejemplo, y el término bien común se fue dignificando cuando cierta gente lo empleó con el propio ejemplo y mejores intenciones que los demagogos dictatoriales.
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