En Chile la Frucola es una bebida de cola con buena dosis de cafeína. Gino Rojas, casi septuagenario, se pone todos los días su traje, camisa y corbata, y de punta en blanco y con una Frucola en la mano se presenta en las manifestaciones contra el gobierno. Ni el cinturón descuida, ni los gemelos de los puños de la camisa, ni sus gafas de playboy santiaguero.
Me ha parecido que semejante actitud es digna de traer al blog no un texto, sino una imagen que habla por sí misma. No sé si la bebida es parte de la parafernalia del ciudadano Rojas o una necesidad de llevar el cuerpo entonado acorde con las circunstancias. Si al trajeado se le suma el aire de despiste, la pose de ejecutivo, la actitud hierática de no dejarse afectar por el entorno, no obstante el entorno eche chispas, este hombre se merece un reconocimiento mayúsculo.
¿Es una estrategia estoica o una interpretación melodramática? ¿Una manera de participar en la protesta y a la vez de disuadir a la fuerza represiva? ¿Un comportamiento de pasar desapercibido mientras interiormente se siente inflamado de rebeldía por estar allí? ¿O le paga Frucola como hombre anuncio? Sea por lo que sea, Gino Rojas tiene mérito. Sigan dando vueltas al magín de por qué. Aunque no sé hasta qué punto su imperturbabilidad tendrá éxito, en medio de las cargas del Séptimo de Caballería.
Me ha parecido que semejante actitud es digna de traer al blog no un texto, sino una imagen que habla por sí misma. No sé si la bebida es parte de la parafernalia del ciudadano Rojas o una necesidad de llevar el cuerpo entonado acorde con las circunstancias. Si al trajeado se le suma el aire de despiste, la pose de ejecutivo, la actitud hierática de no dejarse afectar por el entorno, no obstante el entorno eche chispas, este hombre se merece un reconocimiento mayúsculo.
¿Es una estrategia estoica o una interpretación melodramática? ¿Una manera de participar en la protesta y a la vez de disuadir a la fuerza represiva? ¿Un comportamiento de pasar desapercibido mientras interiormente se siente inflamado de rebeldía por estar allí? ¿O le paga Frucola como hombre anuncio? Sea por lo que sea, Gino Rojas tiene mérito. Sigan dando vueltas al magín de por qué. Aunque no sé hasta qué punto su imperturbabilidad tendrá éxito, en medio de las cargas del Séptimo de Caballería.
Curioso, en vez de la revolución de los claveles, representa la revolución de la Frucola.
ResponderEliminarEl poder de las multinacionales: ese sí que es poder.
EliminarEs un observador imperturbable, eso es innegable.
ResponderEliminarObvio.
EliminarUna actitud sorprendente, por mi parte le aplaudo. Abrazosss
ResponderEliminarY yo.
EliminarMe recuerda al titulo de aquella película de John Ford : "El Hombre Tranquilo".
ResponderEliminarMe pregunto si alguna vez a la policía no se le escapará un golpe de porra y el bueno de Gino no acabará con la cabeza abierta.
Fácil que así haya sido, si así os parece (o le parece a la fuerza disuasiva)
EliminarMe parece maravilloso Eso de no sentir la edad
ResponderEliminary si la siente
se maquilla de joven
y se siente tal cual los mmensajes que le manda a cerebro asu mente que no se entrega
buen texto
saludos desde Miami
Aparentar es una manera de sentir, unas veces resulta bien y otras es patético.
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