"Vivir: especializarse en el error". Cioran, siempre tan ácido como sorprendente. Lo dice en su Breviario de los vencidos, un texto casi de juventud.
Somos más especialistas en la equivocación que en el acierto. Más insistentes en perseverar en errores que en corregirlos o aprender de ellos. El título -máster de hoy día incluido- lo da la vida, por lo que la carrera puede durar años. Todos los años.
Retomo el párrafo de Cioran: "Vivir: especializarse en el error. Burlarse de las verdades indubitadas, no hacer caso de lo absoluto, tomar a broma a la muerte y transformar lo infinito en azar." Cuatro reglas que Cioran no las escribiría como tal (su nihilismo del momento no le permitiría establecer normas), pero que a uno se le antojan necesarias para sobrevivir. No admitir lo no demostrado, no esperar lo indemostrable y menos lo inexistente, no dramatizar con lo más tangible y certero. Y relativizar, de todo y en cada situación, pues lo que nos llega no depende solamente de uno. ¿Será que yo aún escribo textos como de juventud?
"Solo se puede respirar en lo más hondo de la ilusión", remata el filósofo. Pero, ¿qué clase de oxígeno existe en el mundo de la ilusión? En lo más hondo, ¿hay margen de aire puro o acaso se trata de un gas letal? Y, sin embargo, cuántos millones de humanos -¿casi todos? ¿todos?- sobreviven manteniéndose de la vana ilusión. Arrostrando todas sus consecuencias.
“Jamás he sido un auténtico cínico. No tengo medios para ello. Ser un cínico coherente exige cualidades físicas y morales de las que carezco. El último gran cínico de nuestra época fue Emile Cioran”. Peter Sloterdijk
ResponderEliminarProbablemente, aunque no tengo opinión clara.
EliminarLLega la fondo, no pongo un pero a casi ninguno de los aforismos que nos traes. Y es una verdad sin pliegues que solo se puede respirar en lo más hondo de la ilusión, por mucho que desconfies, la ilusión, lo no tangible es el territorio donde podemos darle aliento a la vida, aunque nunca se llegue a demostrar que merece nuestra confianza.
ResponderEliminar¿La ilusión como energía de las rutinas cotidianas? Sin duda.
EliminarCreo que era 'breviario de podredumbre' o putrefacción, suena más a Cioran.
ResponderEliminarhttp://crimideia.com.br/blog/wp-content/uploads/2010/02/emil-cioran-breviario-de-podredumbre28194929.pdf
BrÈviarie des vaicuns, en versión original francesa.
EliminarMuy grande Cioran. Capaz de decir verdades como puños sin perder la belleza.
ResponderEliminarMe ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
Un abrazo.
De acuerdo, Rocío. Aunque ya sabes que hasta las verdades resultan muy subjetivas en ocasiones.
EliminarGran pensador Ciorán. A veces uno de recompone por esas ilusiones. Ese punto ciego. Si viéramos absolutamente todo a veces la vida sería insoportable.
ResponderEliminarUn texto muy bueno, para reflexionar. Porque soportamos un porcentaje de verdad combinado con un porcentaje de mentira o de enfoque edulcorado.
Abrazos
Y ácido, muy ácido, muy particular, tal vez interprete por libre el ser humano: contradictorio, amargo y cínico.
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