"Después de todo aún queda espacio
para repensar la vida y convertirla
en un ámbito mucho más silencioso"
Canta Miquel Martí i Pol en su libro de poemas Después de todo. Y naturalmente que queda espacio en un sentido general. Pero otra cosa es que este espacio se nos circunscriba y reduzca en función de nuestras posibilidades. La edad, no vano juez, ni accidente casual, ni necesario enemigo, habla. Y también calla. Pero no pierde la esperanza del espacio, que a veces se compensa con la memoria, con un cierto bienestar y sobre todo con la necesidad del silencio. Aunque nos persiga esa suerte de angustia por lo no vivido, por lo no logrado a tiempo, por las ausencias cuya presencia seguimos amando.
“Después de todo aún queda espacio
para repensar la vida y convertirla
en un ámbito mucho más silencioso,
al amparo de los inhóspitos desbarajustes
y las inevitables adversidades.
Porque el secreto es que no hay secreto
y los ritmos y las pausas son la cara
quizá oculta del tiempo no vivido
mientras hacíamos proyectos y nos jugábamos
el pasado y el futuro en inefables
minucias con ademán circunspecto.
Y ahora ¿qué nos queda además del recelo
y las carencias? ¿Qué compartiremos
con la gente que amamos y nos ama?
¿La oscura complacencia de los secretos
o la riqueza absurda del misterio?
Nada de eso y todo ello, porque el sutil
espejo discreto que nos enciende la mirada
es la nada que siempre descubrimos
sin querer, tercos y audaces,
después de todo, después de cada cosa.”
que acertado traer esta poesía.
ResponderEliminartiene la mirada calmada de la
perspectiva que dan los años. una sinceridad que duele.
un saludo
Irene
Siempre queda un espacio para llenar la nada... Hermoso poema.
ResponderEliminarVuelves a Miquel Martí y Pol. Ahora a ese libro que te dije que era unos de los libros que tengo en la cabeza. Realista, demoledor en sus repasos vitales.
ResponderEliminarMe quedo con este verso:
Només allò que és íntim sobreviu
Sólamente lo íntimo pervive