No sé si en en ese instante atroz -el más definitivo- uno de los grandes se hace más grande o se empequeñece del todo. Tal vez la vida no es sino una extensa metáfora que se adorna con palabras y con música. Y sin embargo, cómo no recordar -recordar es una manera de celebrar, y por lo tanto de agradecer- cierta letra de una canción de Paolo Conte:
"Viva la música que va
hasta lo más profundo del alma...
creo que acabaré
por vivir siempre de ti."
Hoy Lou Reed se despidió de sus seguidores para siempre.
Una gran perdida!!!! Me acabo de poner "Perfect Day" en su honor. Ya está en el paraíso de los genios de la música.
ResponderEliminarPor otro lado, felicidades por el blog. Muy interesante y estimulante.
Un saludo
su música y sus letras seguirán sonando......, es la eternidad de los grandes
ResponderEliminarDescanse en paz. Una interesante reflexión sobre la grandeza de los grandes en esos instantes tan tragicos del final de nuestra existencia o quizas de la felicidad de nuestro autentico comienzo. Saludos.
ResponderEliminarCreo que siempre pervivirá. No se ha ido, solo es una marcha circunstancial.
ResponderEliminarSiempre estará ahí...es un clásico !
ResponderEliminarHasta el alma llegó y es lo que tienen los genios, nunca se mueren...
ResponderEliminarEncantada de llegar a este espacio pleno de símbolos y no apto para mentes mediocres.
Un poeta de la canción.. su música nunca desaparecerá.. el sigue vivo..
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