21.4.21

Jean-Claude Carrière entre otros monstruos normales

 


Jean-Claude Carrière es más citado por haber sido el guionista de Luis Buñuel. Pero lo es de más cineastas, e incluso actuó en filmes. Desapareció a primeros de febrero con noventa años. Ello me dio pie a recuperar la lectura de un erudito y sibarita libro de cuentos -sí, erudito y sibarita, por su lujo de cuentos en la mejor tradición de Las mil y una noches- que publicó hace dos décadas. Se titula El círculo de los mentirosos. Al encontrar en la red esta fotografía con varios monstruos cinematográficos he pensado en lo extraordinarios que eran todos. ¿Extraordinarios o normales?

En la introducción de Carrière al citado libro leo: "Un día pregunté al neurólogo Oliver Sacks lo que él consideraba un hombre normal. Cuestión que parecía irrelevante. Pero, en su calidad de neurólogo, Oliver Sacks tenía un punto de vista. Dudó un momento y luego me contestó que un hombre normal quizás era aquel capaz de contar su propia historia. Sabe de dónde procede (tiene un origen, un pasado, una memoria ordenada), sabe dónde está (su identidad), y cree saber a dónde va (tiene proyectos, y la muerte al final) Está situado, por lo tanto, en el curso de un relato, es en sí mismo una historia, y puede contarse".

Ahí es nada. Contar la propia historia. ¿Pero no lo hemos visto en muchos individuos? Tal vez algunos se han reservado su propia experiencia de vida, pero quien más o quien menos, ¿no tiende a trasladarla y elabora instintivamente una especie de narración de ella? Aún añade Carrière algo más: "Si esta relación individuo-historia se rompe por alguna razón psicológica o mental, el relato se quiebra, la historia se extravía, la persona se ve proyectada más allá del devenir del tiempo. Ya no sabe nada, ni quién es ni lo que tiene que hacer. Se aferra a sucedáneos de existencia, a apariencias de existencia. El individuo se muestra, a los ojos del médico, a la deriva. Aunque sus mecanismos corporales funcionen, ha extraviado la ruta, ha dejado de existir".

Conocemos también estos casos y yo diría que todos hemos pasado alguna vez a lo largo del tiempo por montañas, valles y quebradas donde nos hemos sentido perdidos. ¿Es el relato de nuestro propio acontecer lo que nos mantiene a salvo? No hago más que preguntármelo desde que he leído a Jean-Claude Carrière, a quien recuerdo aquí con agradecimiento.



Fotografía tomada de El País: Comida en honor a Buñuel en Los Ángeles, en noviembre de 1972. De pie, Robert Mulligan, William Wyler, George Cukor, Robert Wise, Jean-Claude Carrière (con barba) y Serge Silverman. Delante, Billy Wilder, George Stevens, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Rouben Mamoulian.


12 comentarios:

  1. Es interesante, instructivo y reflexivo, una entrada genial que se lee disfrutando y aprendiendo. Abrazos

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    1. También a mi me aportó. El prólogo del libro El círculo de los mentirosos es de un razonamiento accesible y que aporta, ya lo creo. El libro lo he regalado en más de una ocasión a jóvenes.

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  2. De un interés enorme. Saber contar tu historia, ahí es nada. Pero es verdad. Sin embargo, los genios, muchas veces no parecen ser nada normales.

    Un abrazo, y gracias. Intentaré bajarme esos relatos

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    1. Los monstruos ¿normales? ¿Cómo, si precisamente son monstruos y, por lo tanto, excepcionales?, se podrá objetar. Por eso el guiño entre fotografía y texto de Carrière. Cuando este hombre estaba en esa grandiosa fotografía no era por casualidad, ni porque pasaba por allí, ni porque era amigo del otro que tal o cual. Era alguien aceptado y reconocido entre los grandes, aunque pasara más silencioso que el resto de los monstruos. Murió en febrero pasado.

      Hay un libro sumamente interesante de Carrière sobre la disputa o debate entre Bartolomé de las Casas y Ginés de Sepúlveda (también Antonio de Montesinos y otros) acerca del derecho de los indios, si se les reconocía o no el alma, etc., en definitiva el esbozo de planteamiento e los derechos humanos a mediados del siglo XVI en pleno imperio español. El debate tuvo lugar en el Colegio de San Gregorio de Valladolid y de ahí que Carrière titulara a su novela "La controversia de Valladolid". Un tema francamente interesante y moderno del que apenas nos han contado, para variar, NADA.

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  3. Me parece una respuesta muy acertada y lógica. Ser consciente y capaz de contar tu historia, te hace comprobar como eres, conocerte y considerar si estás o sigues de acuerdo con tus ideas, actitudes y acciones o debes rectificar en algo...
    Hacer la historia de la vida pasada, es absolutamente, lo que hace al hombre mas auténtico, por tanto mas normal.

    Buenatarde.

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    1. Algo axial, por lo que deduzco. Aunque haya un margen por el que seguimos dando alguna clase de tumbos. Buen Día del Libro.

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  4. Pues no es fácil ser un hombre normal. Hay veces que la vida sigue una trayectoria lógica y se va progresando en los proyectos personales. Otras... no hay progreso, ni hay lògica, ni se avanza en los proyectos personales. Sin embargo esas épocas son las que nos hacen más humanos, podemos aprender de esa aparente deriva y terminar integrando todo lo aprendido en nuestra historia.

    Me ha encantado esta entrada.

    ¿Hay alguien normal cuando es analizado de cerca, sin prejuicios, sin ideas preconcebidas? Yo no lo sé... El mundo gira por los hombres normales, avanza por los extraordinarios y se hace más humano por los vulnerables. Cuando digo hombre me refiero a hombres y mujeres.

    Pero... finalmente... ¿No tenemos cada persona un poco de normal, un poco de extraordina y un poco de vulnerable?

    Preguntas y más preguntas...

    Un abrazo

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    1. Pues eso, tal vez el normal es quien es capaz de hablar de sí mismo, vamos, relatar experiencias, vivencias, compartir reflexiones...

      Pues claro, todos tenemos un poco de todo, a veces más peso en unas facetas que en otras. Pero yo diría que la vulnerabilidad nos acompaña hasta durmiendo.

      Preguntas para seguir haciendo otras preguntas. Es interesante el humano, el personaje humano. ¿No creees?

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  5. Yo creo que hombres o mujeres normales no existen, es como sacar la media matemática de la humanidad. Solo es teoría. Y no solo pasa con los humanos, también pasa con los gatos, perros, árboles, rosas, piedras .... todos somos únicos e irrepetibles.

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    1. Y tanto, coincido contigo en esto último. Ya sabes que todo reside en una terminología aplicada. Pero he conocido hombres ordinarios y extraordinarios. Me han gustado siempre los extraordinarios que pasan desapercibidos, pero aportan. Salud.

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  6. No sabría responder la pregunta. Pero lo en lo que sí coincido con otros comentaristas es en que cada uno es único.

    Besotes.

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    1. Y difícil de transferir. Vivimos en medio de lo que relatamos, debe ser que nuestra existencia es una narración.

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