Para Luis Enjuanes, virólogo del Centro Nacional de Biotecnología, el virus de desafortunada moda "es malo, malo, malo". Matiza con la confianza que da el insistir en la investigación: "Pero lo vamos a vencer". Uno quiere escuchar palabras cuerdas, contundentes y capaces de generar esperanza como estas, pues desde su lugar de trabajo el equipo de Enjuanes trabaja para obtener una vacuna más completa que las actuales. Y es que el patógeno SARS CoV-2, dice Enjuanes en la entrevista aparecida en El País, "es un superestratega ambicioso que se ha pasado tres pueblos. Es pandémico, superpatógeno, causa hasta cincuenta patologías distintas, deja secuelas. Desafía a la humanidad, a la ciencia, a la política".
Cuando uno se entera del trabajo de los investigadores del Centro no duda de que es cuestión de tiempo controlarlo y conjurarlo. Naturalmente, siempre que todo el mundo colabore y no se pongan palos en las ruedas. Porque intrusismo hay. Añade el científico: "Me preocupa el intrusismo de la política en la sanidad y en la ciencia. Que gente que no sabe lo que es un virus se ponga a hablar de epidemiología. Y luego están los políticos que creen que pueden tomar medidas incluso en contra de los expertos". Pero para el oportunismo al uso de responsables políticos de las comunidades autónomas, que son los que gestionan medidas y aplicaciones, dar prioridad a lo que dicen los que saben de verdad no es precisamente un norte. De esos políticos opina Luis Enjuanes: "Unos han estado a la altura y otros a la altura del betún. No citaré sitios concretos, pero hay presidentes o presidentas que creen saberlo todo y dictan lo que hay que hacer sin tener el mínimo pudor ni tener en cuenta los números de su comunidad. Es lamentable ver que lo justifican por la economía, cuando eso no va a arreglarse sin resolver el problema sanitario".
Si alguien no lo tenía claro, he ahí el criterio de un investigador sensato. Implícitamente traza la línea entre hacer política en la buena dirección para la sociedad o hacer política para satisfacer los intereses de los grupos de presión, electoralistas o incluso espurios. Hay muchos más Enjuanes, por supuesto. Sobran demagogos y falsos profetas.
Fotografía tomada de El País
Es un virus muy curioso, tal vez por la novedad. Falta un montón de cosas por saber. Es raro en todo, permanece vivo en superficies inertes y se mata con albohol rebajado...cosa rara. Raro que se pueda uno contagiar de nuevo, raro que hay quien lo pasa sin ningún síntoma y quien muere. En fin, que dejemos a los científicos investigar.
ResponderEliminarLos políticos pues ya se sabe. buscando réditos electorales. Un abrazo.
Sobre el tema sé muy poco. Lo único que tengo claro es cuidarme. En televisión y redes sociales están saliendo muchos que creen que saben pero no hago caso. Supongo que la pandemia no es opuesta a la casuística. Pero el por qué unos sí y otros no es difícil saberlo. La entrevista completa venía el domingo en la contraportada de El País. Me pareció interesante y precisa.
EliminarHay que estar informados, pero después de un año empiezo a sentir fatiga. Es demasiada informacion repetida con matices. Abrazos
ResponderEliminarProcuro leer muy poco sobre el tema y a escuchar nada. Me limito a cuidados y a responder cuando me llamen para la vacuna. Ciertamente, es como dices, obsesiona el tratamiento mediático, y el mal sigue ahí. Veremos.
EliminarDesde luego, necesitamos más ciencia y menos política e intereses económicos. Tardaremos más o menos tiempo, pero al final este virus se conocerá a la perfección y podremos convivir con él sin que se derrumbe la vida social.
ResponderEliminarCiencia e investigación, toda la posible, Marga. No me cabe duda de que todo el esfuerzo investigador -público y privado- sobre los patógenos va a servir y se va a multiplicar el conocimiento. Pro hay que revisar muchas más cosas. La inversión en salud y sanidad, en investigación, en formas de vida y medio ambiente, etc. Los microorganismos han existido desde siempre y seguirán estando con nosotros, al fin y al cabo el planeta es un macrosistema de vidas y acciones (interacciones) y los bichos hacen daño cuando el caldo de cultivo humano (o animal en general) tiene déficits saludables. De enfermedades del pasado se sabe ya mucho.
EliminarEs de agradecer que haya gente con el talante profesional adecuado.
ResponderEliminarLos políticos de hoy en día, no dan la talla.
Besotes.
Ni muchos que no son políticos, Dafne, y no te cuento los del oficio mediático...Los ciudadanos ordinarios tampoco nos libramos de nuestro empequeñecimiento. Saludo.
EliminarLas decisiones sanitarias deberían tomarlas expertos en epidemias, virus y salud pública. Los políticos no tienen ni idea y sus asesores tampoco.
ResponderEliminarEs triste pero dolorosamente cierto que los "ciegos" no pueden guiar en estos tiempos. O... los oportunistas no deberían tomar las decisiones...
Los políticos tienen que escuchar.
EliminarDejar de lado sus intereses electorales.
Los expertos también discrepan.
Intereses de industrias también compiten.
Ciegos hay por doquier.
El mundo no es uniforme.
Los ciudadanos volubles.
Nada hay perfecto.
Invito a reflexión, algo que intento cada día para no perecer.