“Yo no soy una persona muy dada a la grandilocuencia. Me encanta la gente que tiene cultura, me encantan los poetas, los literatos, los escritores; me encanta lo que yo haga si lo hago bien, si lo hago mal me detesto. Porque lo más precioso que puede haber en esta vida es estar conforme con uno mismo, sabiendo que lo que hace es de verdad y que no engaña a nadie. Que es muy difícil, porque a la mayoría de la gente le gusta engañar, aparentar, ser… y el que es de verdad no hace falta que lo diga, se le ve”. Rodolfo Otero, bailaor vallisoletano, fallecido a los 86 años el pasado sábado. Hasta hace cuatro días se le veía en la bici por la ciudad. Palabras escuetas, justas, precisas, sinceras las suyas. Yo diría que necesarias. Porque necesitamos escuchar la voz de la sabiduría, que es la de la resistencia, no la de los vendedores de feria ni la de los demagogos a sueldo público. Al pan, pan. La antítesis del ritmo efímero y superficial de nuestro tiempo.
Salud, Rodolfo, y eterno baile.
Rodolfo Otero entre Benito Carracedo, a la derecha, autor del libro Rodolfo Otero: amor por la danza, y Julio Martínez, editor, en la presentación del libro en abril de 2017.
Bonito homenaje, cuando muere alguien que ha hecho cosas importantes en la vida, cosas que nos han servido a nosotros creo que merecen que les despidamos como tu has hecho. Un abrazo
ResponderEliminarY su visión de la vida, cuando se es tan mayor, nos interesa mucho. Nos invita a reflexionar. Saludos, gracias.
EliminarUna lucidez tremenda asociada a mucha humildad.
ResponderEliminarTodo un ejemplo.
Un abrazo.
Así lo percibo también y veo que se comparte la opinión, gracias Rodericus.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLos poetas cantores -Lorca, Camarón- mantienen la llama del sentido. Gracias por el poema de Federico. Es tan emotivo...
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abrazados sueño y tiempo
cruza el gemido del niño
la lengua rota del viejo.
Uf, es tan intenso en su sencillez...
tengo el mismo apellido así que como no sumarme al saludo cariñoso por este artista al parecer importante en esta ciudad y país... abrazo a ambos...
ResponderEliminarLos nombres y los apellidos compartidos suelen suscitar complicidad incluso desde el anonimato, siquiera por un breve momento reflexivo; está bien. Si buscas por la red verás información sobre el trabajo artístico de este hombre cuando fue joven. Gracias, JLO.
EliminarEsas palabras lo dicen todo de él, sin haber conocido a Otero, le admiro por su buen decir.
ResponderEliminarHay gente sencilla y enjundiosa por ese mundo -este mundo- de apariencias y ridiculeces que vivimos.
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