"El hombre es un eterno principiante". Wallace Stevens. Sin duda, por su propia condición, simplemente porque siempre parte de un punto diferente y móvil. Si el hombre fuera consciente de ello también sería humilde. Lo cual le permitiría conjurar la ridícula soberbia que la edad o las ejecuciones de los actos suele concitar bajo el señuelo de una supuesta sabiduría. Marcados siempre por el destino los hombres estamos condenados a reemprender una y otra vez nuestras acciones. Pero como diría Stevens: "Para cualquier originalidad es preciso tener el valor de ser un amateur". Vivir con una constante sed de querer saber, dando siempre algo sin pedir nada a cambio, como sugeriría Barthes. Como siempre, el poeta estadounidense hilando fino con sus Adagia.
Es verdad.
ResponderEliminarBesos.
Lo de eterno es discutible. Mejor constante principiante, mientras puede.
ResponderEliminarLa humildad necesaria para querer saber... cierto.
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