7.1.14

Invictus es el invencible: poema de W.E.Henley




















“En medio de la noche que cae sobre mí,
 Negra como un pozo que se hunde inabarcable..."

Invictus es algo más que una película sobre el Nelson Mandela ya presidente y su habilidad para unir a negros y blancos en Suráfrica a través del rugby. Nos lo recordaba Ángel Rupérez en su artículo de Babelia del pasado sábado: "Un poema titulado Invictus se convirtió en el compañero esencial de Nelson Mandela durante sus largos años de cautiverio, tanto es así que lo escribió en un papel que permaneció siempre a su lado, como si se tratara de un salvífico talismán." Lo cierto es que lo tomara Mandela como un amuleto o como una plegaria o como un salvoconducto de su moral interior la poesía deja de ser la trabazón de unas palabras para ser otra cosa. Tal vez un estímulo incesante devenido en código de conducta y en elemento de resistencia. ¿Tanto poder puede tener la poesía? El poder de la vida y el de la muerte, pero también el de la liberación. No tiene pérdida el poema de William Ernest Henley. Y es obvio que Mandela no se limitó a repetirlo como un mantra, pues toda su actividad desde la cárcel demuestra el liderazgo que capitaneó a través del cual condujo a buen puerto al Consejo Nacional Africano. Con alguien que cree en su ser más íntimo y lo nombra invencible o, dicho de otro modo, que tiene confianza extrema en sí mismo, ¿cómo se va a poder con él?


“En medio de la noche que cae sobre mí,
 Negra como un pozo que se hunde inabarcable,
 Doy las gracias a dios, si es que algún dios existe,
 Por ser el propietario de esta alma invencible.

 Atrapado en las garras de la cruel existencia
 Nunca he vociferado ni he expresado dolor.

 Bajo los mazazos de mi pésima suerte
 Mi frente se desangra pero jamás se rinde.

Más allá de este lugar de lágrimas y cólera
Veo que se aproxima el más siniestro Horror
Y que el tiempo amenaza, pero no los temo.

No me preocupa que se cierren las puertas
Ni que lluevan sobre mí un sinfín de castigos,
Pues sé que yo gobierno el rumbo de mi vida
Y que soy el capitán de mi alma invencible.”




5 comentarios:

  1. Causas sobradamente justificadas como la de Mandela no responden solo a la fe personal, a la tenaz resistencia, sino también a una capacidad organizativa amplia (citas el CNA) y sobre todo a la coyuntura política internacional. En las tareas grandes que una determinada sociedad se trae a sí misma por liberarse mucho tiene que ver indudablemente el día a día, pero también los cambios en el mundo, Aquello duró demasiado tiempo, probablemente porque antes el Occidente no estaba muy interesado en los derechos de los negros. Cuando empezaron a comprender que se corrían riesgos superiores en Sudafrica y que podía converger la revuelta con otras zonas es cuando se presionó más a los racistas el Apartheid.

    Pero qué duda cabe de la fuerza un poema para sintetizar las resistencias y vincular las fuerzas internas y externas. Probale que el líder Mandela lo comprendiera pronto. Y resultó.

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  2. Es un poema magnífico y un extraordinario sostén emocional e intelectual para quién tuvo, como objetivo, resistir para alzarse sobre sus cancerberos.
    Un poema, también una oración,condensa lo que somos - o creemos que somos-y adónde queremos llegar y de dónde hay que sacar fuerzas; es un combustible que no se extingue nunca y que con la repetición se expande y se interioriza hasta que nos fundimos en él.
    Qué poco imaginan los poetas la trascendencia que para muchos tienen algunos de sus versos y el destino que les espera.

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  3. Espléndido poema que al traducirlo no ha perdido fuerza, me recuerda vagamente al If de Kipling (hay varias versiones en español). Un saludo

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  4. Transcripción del poema en inglés:

    “Out of the night that covers me, / Black as the pit from pole to pole, / I thank whatever gods may be / For my unconquerable soul. // In the fell clutch of circumstance / I have not winced nor cried aloud. // Under the bludgeonings of chance / My head is bloody, but unbowed. // Beyond this place of wrath and tears / Looms but the Horror of the shade, / And yet the menace of the years / Finds and shall find me unafraid. // It matters not how strait the gate, / How charged with punishments the scroll, / I am the master of my fate: / I am the captain of my soul”.

    La traducción que aparece en la entrada es de Ángel Rupérez.

    Gracias.

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  5. Magnífico poema. Valentía, confianza e ilusión por la vida están en estos versos esperanzados.
    Salud
    Francesc Cornadó

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