Rebuscando el divertido, surrealista e inteligente libro Crímenes ejemplares, de Max Aub, me doy de bruces con otro texto del autor, Manuscrito cuervo, mucho más ácido, o bien agrio de otra manera porque aquí el surrealismo es más bien la condición del subsuelo. Las percepciones de una experiencia de privación de libertad y sus reflexiones sobre la condición humana:
"Hay tres clases de hombres:
A) Los que cuentan su historia.
B) Los que no la cuentan.
C) Los que no la tienen."
Quisiera matizar osadamente a Aub y añado:
A) Para liberarse (de fantasmas, de temores, de mediocridades, de mala conciencia, de ignorancia)
B) Por miedo (a que la historia no se haya corregido, a los muertos, a las traiciones cometidas, a la insensatez)
C) ¿Porque no han querido asumirla y se han dejado conducir por la inercia?
No sé, son ganas de entrar en un coloquio arriesgado. Y así podrían añadirse otras ideas complementarias. Da igual, al fin y al cabo Max Aub no va a escucharme. Pero quién sabe si su obra no nos estará pidiendo que casemos unas reflexiones con otras.
Es cierto que lo planteas apetecible para entrar en un coloquio largo largo, porque serían muchas las posibilidades, tantas que podríamos pasarnos horas debatiéndolas entre risas. Yo me quedo con la idea de que los que cuentan su historia lo hacen a modo de lazo, es una forma de unirse a los otros, una necesidad de comunicación, no tanto de liberación. Los que no la cuentan no se ven seducidos por su propia historia ni por la necesidad de crear lazos con los demás y además son muy pudorosos, y los que no la tienen es que no tienen nada relevante que contar o al menos eso creen, y curiosamente esos son los que suelen contar las mejores historias, porque inventan historias paralelas que jamás han vivido, realmente apasionantes. Pero lo dicho, infinitud de versiones....
ResponderEliminarCariños,
Nená
Todos tenemos historia, más simple o más oculta, otra cosa es que los demás no la consideren tal,.. la historia normalmente se cuenta, es mi caso, para exorcizar los demonios, para que no se repita y como catarsis..
ResponderEliminarun saludo
Pero me asalta una curiosidad Ico -y perdona que sea tan preguntona-, si la historia te sirve para expulsar a los demonios, ¿qué ocurre con las historias felices, o partes de tu historia en la que has sido feliz, esa no la cuentas?
EliminarPorque lo cierto es que en esas no necesitarías catarsis...
Un besote muy grande Ico,
Nená
Pues a mí me parece muy ingenioso lo de casar unas reflexiones con otras, ya que cada uno entendemos la condición humana de maneras diferentes.
ResponderEliminarA) Para liberarse, como bien apuntas tú, o quizás también podría ser para pavonearse de su éxito o despertar compasión por sus fracasos.
B) Por miedo, por vergüenza...
C)Yo creo que no hay nadie en el mundo que no tenga historia, la quiera asumir o no.
¡Bien por Aub y bien por ti!, que nos has hecho reflexionar.
Un abrazo.
También hay:
ResponderEliminarLos que cuentan la historia a su manera
Los que no la cuentan como ha sido
Los que desearían tenerla
Por si sirve la aportación. Saludos varios.