Incansable Friedrich Nietzsche e inagotable el goce persistente que procura leerle, esta vez en El caminante y su sombra: "Viajeros por placer. Escalan la montaña como animales, estúpidos y sudorosos; se habían olvidado de decirles que por el camino hay vistas hermosas." ¿Tendría en mente el pensador la célebre imagen del contemplador de los riscos? Nietzsche no era dado a contemplar las nubes que lo ocultan todo. Para él, el camino, sea en ascenso o en descenso, ofrece variados paisajes donde hay que detenerse, sea o no grato admirarlo. Tampoco Caspar David Friedrich está en lo más alto, sino solo allí donde cree estarlo. ¿Quién nos dice que simplemente no estaba sino contemplándose a sí mismo?
Muy bien visto.
ResponderEliminarBeso,
Nená
Sí una manera de verse a sí misma a través de la contemplación de la naturaleza.. gran sabio y amigo, detenerse a veces es tan difcil en este tumultuoso mundo..
ResponderEliminarun saludo
Parece haber una coherencia de fondo con "Asi habló Zaratustra". No sé, me parece, más por su riqueza de conceptos y su aventura del conocimiento que nos lleva a la mayor aventura, el conocerce a uno mismo. Mucha tela por cortar.
ResponderEliminarGracias.
Saludos,
Jacob
Todo aquel que se hace preguntas contempla el mundo, ya sea desde
ResponderEliminarel camino, desde una cima o desde un sótano. ya sea un camino florido o abrasado. la respuesta, casi siempre está en la mirada propia y en la cadencia de nuestros pasos.
un saludo
Irene
Gran reflexión !
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