El glamour de Hollywood al alcance de cualquiera de nosotros. Por supuesto, usted o yo somos la camarera que pasa entre los dos actores consagrados. Y aunque no lo seamos de facto, la mirada del fotógrafo nos coloca en medio de los vericuetos y telarañas del glamour: de las confidencias, los alardes, las circunspecciones, los riesgos, los desaires, las apariencias, la turbiedad, las traiciones...Un mundo que nos viene grande y a la vez del que nos sentimos de algún modo frustrados. Si fuera así siempre podríamos echar mano de una copla de Jorge Manrique:
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado."
Consolación de tontos. O simplemente, que nuestra condición no podía hacernos concluir jamás en ese destino. Pero gozamos en cada imagen que Larry Fink nos brinda del cielo y el subsuelo de Hollywood.
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También he visto la exposición, es soberbia. Un ojo que ha sabido colocarse certero entre los personajes o manteniéndose a distancia para que se muestren más auténticos, en ningún modo hay pose, les pilla in fraganti. Me llamó mucho la atención el tono de confidencias que aparece en muchas de las fotografías. En situaciones de glamour de este tipo deben decirse muchas cosas y con fines que nos vienen grandes,
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