17.8.13

Sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales

















Desconocido hasta hace poco para mí este Manuel Chaves Nogales: "El pueblo  -replicó el marqués-  siempre es cobarde y cruel. Se le da el pie y se toma la mano. Pero se le pega fuerte y se humilla. Desde que el mundo es mundo los pueblos se  han gobernado así, con el palo." Una cita extraída de su libro de relatos A sangre y fuego. ¿Qué hay de verdad y de justificación cínica en el argumento del marqués? Lo curioso es que uno ha oído muchas veces desde pequeño esta ambigua e interesada retahíla. Venir ahora a leerlo en una narración escrita en 1937 vale para ratificar lo paralelas que van literatura y vida. A veces sin distinguir cual nutre a la  otra. ¿O, como dicen ahora, se retroalimentan? Los relatos prometen, y eso que estoy empezando la lectura. ¿O quienes concedieron el guión a Chaves Nogales fueron los tiempos que le tocaron vivir?




5 comentarios:

  1. Hay gente a la que se llama 'rica' a ciegas, pues de ordinario esta afirmación se funda tan sólo en las apariencias. La palabra 'rico', en este caso, hace alusión sólo al dinero que gastan, y del que otros sacan provecho, al fin y al cabo. Hay otros que también son ricos. Pero en este segundo caso lo que viene a decir es que todo el dinero que poseen es sólo para ellos, para ellos solos, y para siempre jamás, mientras que el dinero de los primeros está de paso entre sus dedos. Hay una diferencia esencial entre éstos y quienes, como los morlot, por ejemplo, han guardado con prudencia, céntimo a céntimo, una cantidad de la que vivir más tarde, de la que poder comer durante toda su vida. No les reprocho su previsión, simplemente constato que, en vista de un periodo cuya duración es incierta, aleatoria, ¡se habrán privado de todo durante treinta años! No se habrán privado de todo, no: me equivoco, y los halago, pues jamás se privan de su dinero. Y si su corazón se ve dividido es porque se lo reparten la vanidad y la envidia. El único dinero superfluo que gastan es para satisfacerlas. ¡Y decir que se creen ricos! La riqueza no es eso. Ser rico, una vez más, no es tener dinero: es gastarlo. El dinero sólo tiene valor cuando sale del bolsillo; no cuando entra en él. ¡De qué puede servir cuando lo tenemos encima! Para que una moneda de cinco francos valga cuatrocientos céntimos, hay que gastarla; si no, su valor es ficticio. La plata, como metal, es magnífica. ¡Una sopera de plata vale oro! Pero ¿cuál es el valor de una moneda de oro? Un poco de plata. Cuando un hombre rico se entera de que tal negocio que acaba de concluir le reportará doscientos mil francos, sólo es digno de ello, en mi opinión, si, para él, esa suma toma al instante la forma, según sus gustos, de una joya para la mujer que ama, de un cuadro que desea o de un automóvil. Y debo decir además que, si no hubiera gente demasiado rica, habría muchos más pobres sobre la faz de la tierra. Y, si yo fuera el gobierno, como dice mi portera, sería sobre los signos exteriores de pobreza fingida sobre los que impondría despiadados impuestos a las personas que no gastan sus ingresos. Conozco gente que posee siete u ocho mil libras de renta y que no gasta ni una cuarta parte. Para empezar, los considero unos imbéciles, y un poco deshonestos también. El cheque sin fondos es una operación bancaria prevista en el Código de instrucción criminal, y es justo que sea castigado con severidad. Yo sería alegre partidario de una severidad idéntica hacia los fondos sin cheques. El hombre que atesora rompe la cadencia de la vida al interrumpir la circulación monetaria. No tiene derecho a ello.

    Sacha Guitry, Memorias de un tramposo.


    hay tantas formas de trampas: Trampas con el dinero; trampas con el pensamiento; Trampas con la visión de un mundo binario y reducido: le blanc et le noir.

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    1. ...Es curioso, Robin: nos hemos leído ese maravilloso libro a la vez. Hace poco me llamó la atención exactamente esa misma parte y la puse aquí: http://miguelangelmaya.blogspot.com.es/2013/08/memorias-de-un-tramposo.html
      ...Una gozada, desde luego...

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  2. Tanto la entrada como el comentario de Robin son muy acertados. El cinismo y la trampa: el slogan y la moda, la excusa para doblegarnos, como el ahorro del agua, ahorre usted agua al lavarse los dientes que yo llenaré mi piscina olímpica de la finca donde vivimos cinco personas (servicio incluido), o como decía el Perich: "Cuando un bosque se quema algo suyo se quema, señor conde".

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  3. Hay muchos supuestos alrededor de esa afirmación, que no por ello la hacen menos miserable e intrigante.
    Una es que exista un "pueblo", es decir un conjunto de personas que participe de una misma categoría con ciertos límites difusos y converja en la conducta, en ciertas adhesiones, gustos y reivindicaciones. Pero podría ser aquel sector de la sociedad que, fundamentalmente, cumpla o esté disponible para desempeñar tareas de servidumbre a otro mas rico. Esta podría ser la clave para leer esa frase y que cobre sentido.
    Yo diría que nada hay de cierto en la frase del marqués, más que su propio interés en tenerlos bien apretados bajo su bota. La servidumbre si no es impuesta coercitivamente no se sostiene.
    Y ya es un exceso de mi parte, puesto que no conozco la obra, por lo cual me abstengo de otra consideración.
    Muy bueno su blog!

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