No es precisamente siempre bondad lo que subyace en un poeta, a tenor de ciertas opiniones severas. Nadiezhda Mandelstam en su libro de memorias Contra toda esperanza: "Un poeta no debe convertirse en un seductor que utilice sus dones para hacer de su lector un adepto a alguna ideología inhumana". ¿Un mero aviso o una comprobación? Las dos cosas. Probablemente sea una advertencia basada en la crueldad de lo experimentado, sobre todo en tiempos en que el poder totalitario se adueña de los ciudadanos. Nadiezhda sabía mucho del sufrimiento propio y sobre todo del de su marido Osip, por lo que tal cita adquiere categoría de resistencia y admonición para generaciones futuras. "Un hombre bueno no puede seguir siendo poeta", decía Elias Canetti de su amigo Abraham Sonne, del que se afirma que tan solo publicó once poemas. ¿Qué hay tras el ensalzado lenguaje de la poesía para que espante? ¿O es más bien el ejercicio de la misma utilizada como influencia, cuando no tiranía, lo que resulta abyecto? Se suele contar de sangrientos dictadores que admiraron e incluso escribieron poesía. Practicaron la compra de una clase de poesía y de poetas, mientras perseguían la obra y los autores que no se prestaban al guiño. Dan para pensar las opiniones de personajes como Maldelstam y Canetti, tan poco dados a hablar por hablar.
Las flores del mal (Baudelaire) la tierra estéril (Eliot), Grito hacia Roma (Lorca)... ejemplos de excelsa técnica, seductora belleza y ¿temática?
ResponderEliminarEs otra forma de interpretar "su" poesía....
ResponderEliminarSaludos
La poesia com a camí de redempció, jo ho veig així. També existia l'art del partit comunista, completament execrable, per mi.
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ResponderEliminarEn mi opinión, y en mi desconocimiento de ciertos asuntos, yo diría que no, que ningún poeta debe hacer del lector un discípulo de la ideología que se pueda entrever en sus versos, o de la que se vea claramente. Otra cosa distinta es el poema que se escribe para tal fin, ahí no caben discusiones, la bondad no existe si se persigue este resultado, creo.
Pero también puede ocurrir que los hechos experimentados no le permitan otra opción al poeta.
Siempre habrá poetas perseguidos por unos y ensalzados por otros, la compra de poesía me parece terrible, sucio y sucia la misma poesía, y no hablo de su belleza, de que lo sea o no.
El espanto puede suceder además de en el poeta en el lector, interpretaciones varias pueden dar lugar a razonamientos equivocados que sólo existen en quien lee, también de ahí puede derivarse la “no bondad”.
Para mí es algo tan hermoso que no podría hacer con ella un, digamos, “mal uso”, o lo mismo lo estoy haciendo y no me doy cuenta; no sé no sé, pensaré que no.
Gracias, Ariadna
Abrazo
m
Quizás porque si su oficio es indagar, ir a la esencia sólo descubren podredumbre y dolor en el género humano, nada fácil permanecer impasible y bueno ante tanta destrucción.
ResponderEliminarun beso
Un verdadero poeta debe deshacerse de los lectores como moscas, incluso debe apreciar cuando las moscas se espantan.
ResponderEliminarUn poeta es un hombre irrisorio y triste que aspira a perpetrarse en un ser totalitario, en un comediante de su egoísmo y su conformismo; para ello se encubre de bondad, afecto y prudencia, y se erige como icono y referencia de malversación. Los poetas ya no engañan a nadie, ni siquiera a los hombres buenos.
ResponderEliminar¿Qué pensar de una madre que vende a sus hijos? ¿Qué pensar de los poetas que trafican con sus creaciones y las convierten en mercancía?
Algo me maliciaba yo... Desde hoy, tiro el verso, tiro la palabra. Aunque ignoro aún si deseo ser bueno.
ResponderEliminarAbrazos, siempre