16.8.14

Thomas Bernhard y el profesor que cazaba luces




















Cuenta (se inventa o transmite) Thomas Bernhard en esa joya de relatos brevísimos titulada Acontecimientos y relatos que un profesor se había vuelto loco estudiando las mariposas. Y lo primero que uno piensa es si se volvería orate por entrar en otros mundos o por no soportar el propio de su especie. En su obsesión, el profesor quiere salir a cazar mariposas de noche, encuentra resistencias en su entorno pero consigue imponerse. "Dice que quiere atrapar las luces, todas las luces, porque no hay nada más precioso que la luz". De esta observación saben todos los humanos, pero especialmente los niños, los enfermos y los artistas plásticos y, naturalmente, algunos captores nocturnos de mariposas. "Dice que quiere coleccionar las luces, conservarlas en lugar seguro y publicar un libro sobre ellas. De manera que se pasea de noche sin ser molestado, capturando luces". Ahora es cuando vuelvo a preguntarme: ¿quién no ha tratado de atrapar estrellas, gusanitos de luz o sonrisas nocturnas luminosas alguna vez? El profesor fue más lejos: "Una noche llega a la vía férrea. Levanta su cazamariposas hacia las dos luces del expreso que van aumentando rápidamente de tamaño. Cuando están justo delante de él, las atrapa con un rápido movimiento de sus manitas juntas".



Ilustración de Javier Olivares


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