"No importa la verdad, Tommy, lo que importa es lo que parezca la verdad", dice el polícia amigo que resulta traidor al inspector protagonista (interpretado por Mel Gibson) del film sobre corruptos Al límite. Pienso en la parafernalia que se nos ofrece mediáticamente estos días a propósito de la muerte de un personaje público del pasado y en sus apariencias. Pienso en lo que se oculta y en lo que se desplaza. Pienso en lo unidos que están verdad y dignidad. Pienso en el vínculo entre dignidad y libertad. Pienso en que estos conceptos serán meras abstracciones si no laten en el corazón de los hombres y generan vida. No sé si ya será tarde, pues sospecho que nos hemos convertido en meros espectadores del entorno donde los conceptos mentados -dignidad, verdad, libertad, compromiso- quedan desvalorizados. El filósofo que citaba ayer, Byung-Chul Han ya avisa: "Hoy el ser ya no tiene importancia alguna. Lo único que da valor al ser es el aparecer, el exhibirse. Ser ya no es importante si no eres capaz de exhibir lo que eres o lo que tienes." ¿El triunfo de la apariencia y de lo inconsistente? De esta, todos clónicos de la vaciedad.
La obra es del pintor Jorge Ballester
Un hombre tiene que tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo. (Eduardo Chillida)
ResponderEliminarLa verdad no siempre se contempla...
Me encanta esta entrada y cómo planteas algo que me parece ya una realidad. Pienso que Byung-Chul Han tiene un gran sentido común y no ha hecho más que detenerse a observar. Una persona brillante en sí misma, no tiene ninguna importancia ni es considerada si no tiene un reconocimiento previo que le avale dentro de un grupo. Lo que importa es lo que se muestra, tanto tienes, tanto vales. Vivimos en una sociedad mezquina que valora cosas mezquinas, de ahí el "famoseo" (a veces tan vergonzoso), o seguir a verdaderos estúpidos con frases no menos estúpidas, pero "oh, han escrito seis libros" (auto editados claro). Lo mismo ocurre con la moda, la escultura (arte que yo adoro), que algo demencial con autor incluido puede hacerse de la mañana a la noche, "lo más" en boca de todos.
ResponderEliminarSí, este es un mundo de apariencias vanas, y la persona en sí misma, a veces es sólo una marioneta.
Cariños,
Nená
De la vacuidad a la vaciedad hay un abismo de falta de variedad.
ResponderEliminarEs triste que haya ese brecha entre ser y parecer, lo segundo tendría que ser consecuencia de lo primero. Pienso que si en nuestra sociedad la apariencia se ha hecho dueña de todo problamente es porque lo hemos consentido, y abandonarnos a la superficialidad nos lleva por derroteros muy peligrosos.
ResponderEliminarCreo qu es muy importante tu reivindicación del ser, en los acontecimientos mediáticos y también en el día a día, deberíamos resistir a la apariencia inútil, que no aporta nada y nos quita algo fundamental, nuestra esencia como personas.
Un saludo.
al final parece que al mundo la apariencia es lo que le importa..
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