"Siempre que intuyo la lentitud
echo a correr hacia ella.
Y no, así no se frena."
Poeta Ana Pérez Cañamares en su hermoso e inquietante poemario Las sumas y los restos. Disiento con bondad. Si hacia algo debemos apresurarnos es hacia la lentitud. Antes de que la vorágine, que ya nos ha comido, nos defeque en monstruos.
Bastan estos versos para comprender la maravilla de este poemario. LA lentitud es una virtud que no está de moda en el siglo de la prisa, de la velocidad, de la información a golpe de tweet y con cuantas menos palabras mejor. Me alegra que todavía existan escritores como Ana. Saludos.
ResponderEliminarNunca entendí muy bien las prisas que tiene nuestra civilización por destruirse a sí misma. Ha entrado demasiado profundamente en la manera de ser de los individuos. No sé si llegaremos a tiempo de recuperar la lentitud, más allá de las bellas palabras.
ResponderEliminarDisiento con bondad. ¿Cómo apresurarse hacia la lentitud? Mejor hacerlo a paso lento de forma que nada nos haga correr...
ResponderEliminarFelicidades por tu blog. ¡Me encanta! Saludos.
Sí pero entiendo lo que dice la poeta, a veces para encontrarla nos apresuramos a ella y nos estallamos, quizás será mejor dejarla venir sola cuando se aplaque la tormenta interior.
ResponderEliminarun veso
Belleza total, iré a leerla, a ver dónde la encuentro
ResponderEliminarPor si a alguien le interesa acabo de descubrir un blog donde salen hablando de una lectura reciente de esta poeta:
ResponderEliminarhttp://libreriaapiedepagina.blogspot.com.es/2014/02/ana-perez-canamares-y-sus-sumas-y-restos.html
Gracias a todos, por parar aunque sólo sea lo justo para leer estos versos.
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