"De camino a Üsküdar se puso a llover,
El uniforme de mi escribiente es largo, su faldón está sucio.
El uniforme de mi escribiente es largo, su faldón está sucio.
El escribiente se acaba de despertar, sus ojos están adormecidos.
El escribiente es mío, yo soy suya , ¿qué importa lo que se diga?
La camisa almidonada le sienta muy bien a mi escribiente.
La camisa almidonada le sienta muy bien a mi escribiente.
De camino a Üsküdar encontré un pañuelo,
Puse en el pañuelo los dulces lokun.
Puse en el pañuelo los dulces lokun.
Buscando al escribiente lo encontré a mi lado.
El escribiente es mío, yo soy suya, ¿qué importa lo que se diga?
La camisa almidonada le sienta muy bien a mi escribiente."
La camisa almidonada le sienta muy bien a mi escribiente."
Fantásticas interpretaciones de un tema clásico turco. La sencillez de Ayla y el desarrollo más coral del grupo de Savall es un bello ofrecimiento complementario que nos haces. Soberbia idea, en estos tiempos en que precisamos rescatar la belleza y reconducirla en nuestra cotidianidad.
ResponderEliminarMuy reconfortante y sorpresivo tu blog. Saludos.
Perfecta sintonía la música recuperada tan bien por Savall,con la poesía ¿sufí? Me recuerda al poeta Hafez Shirazí, de quien se dice que su libro de poemas es un oráculo al que se puede preguntar lo que ansiamos saber, con la clásica mancia que consiste en abrir al azar.
ResponderEliminarPongo un ejemplo de la poesía de Hafez y sus versos clarividentes:
"Del reino del amigo llega el suave viento de año nuevo
si de ese viento buscas favor, encenderás la lámpara del corazón"
La traducción es obra de Clara Janés.
Muy hermoso, música y poesía unidos…Gracias… o irlo te lleva a mundos y tiempos lejanos pero tan sensuales ... el amor es así… esencial, posesivo, se basta a sí mismo, se alimenta en el amado..
ResponderEliminarun saludo..