"Rosebud, Rosebud..." Nunca una palabra pronunciada con voz agotada e inerte hizo que me colgara tanto de una película. ¿Quién dijo que la imagen triunfa sobre un texto? En la película Ciudadano Kane la palabra de un moribundo genera toda la trama y artificio, se teje la red que nos captura y solo al final queda al descubierto la clave. ¿La clave de la película o la de la vida? Rosebud podría haberse denominado también lo elemental o bien lo primitivo. Cuando aún la existencia no ha deparado todavía ambiciones ni fracasos, cuando apenas hay historia, cuando toda posibilidad está abierta y se llama infancia. Otros la nombrarán inocencia.
Fotograma de la película Ciudadano Kane
Por algo guardamos ese mundo de la infancia en la bola de cristal y la conservamos toda la vida, hasta que nos vamos llevando todo, las ambiciones y los fracasos.
ResponderEliminarLo único salvable se materializa en ese final, en esa imagen.
hay veces en las que siento que esas palabras que se cargan de mil significados, en realidad nos alejan del estado de bienestar nos imposibilitan llegar a nosotros, a la relajación. Ponen el objetivo un poco más lejos. De dos lados de la frontera un buey es nombrado de dos modos distintos. Dos palabras. Ninguna es el buey. A veces me parece eso, a veces todo lo contrario
ResponderEliminarHablaba de un color...cuando ya lo estaba viendo todo negro.
ResponderEliminarPero los humanos somos así; basta un cabo del hilo para tirar de el...
Llenamos a las palabras de significados y eso a mi me encanta.
Nos aferramos a una ilusión !
ResponderEliminarSaludos