"Al hablar no estoy seguro de que busco la palabra justa; busco más bien evitar la palabra estúpida. Pero como siento cierto remordimiento por renunciar demasiado pronto a la verdad, me atengo a la palabra mediana". Roland Barthes por Roland Barthes. ¿Una solución de compromiso? Ciertamente no es fácil dar con la palabra adecuada en un marco de ideas imprecisas y de otras que se difuminan. Las ideas tienden a desatarse por mucho que se intenten agrupar. No estoy seguro que el lenguaje haya dado con las claves para expresar la verdad. De ahí el riesgo de que lo que Barthes denomina palabra mediana (¿qué media realmente? ¿entre qué términos se sitúa?) no sea sino una forma velada o simulada de estupidez.
Me gusta mucho este blog !
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Por palabra mediana quiere decir la palabra mesurada, equidistante de los extremos y de los extremismos, cuando esto es posible. Las palabras, por desgracia nuestra, son casi todas estúpidas, ya usadas, de mera segunda mano. Muchas de ellas no significan ya nada, o aún peor, significan ya todo; en el sentido de que quieren decir algo -y dicen lo que dicen y el lector quiera entender- y a la vez exactamente su contrario. Lo sabemos todos y hacemos como que no pasara nada. Un lenguaje que ya no nos describe -ni al mundo-, que ya no expresa sino poco e imprecisamente. Por eso no quedan ya palabras qeue se ajusten, que den la medida exactamente; se habla cada vez más grosso modo, con medianías. Queda aún el recurso, cuando se escribe, de intentar burlarse uno de ellas, precaucionándose que no ocurra, estúpidamente, lo contrario; uno puede oír a veces las carcajadas sin demasiada contención de las palabras que se rebelan, no obedecen y dicen ya sin más lo que ellas quieren.
ResponderEliminarNo deja de ser interesante -e útil si queremos fiscalizar a mejor entendiéndolo- nuestro entorno; esto también:
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Mediana_(estad%C3%ADstica)
No debe haber precipicio, barrera infranqueable entre las letras y la matemática. Debemos ir uniendo poco a poco con gracia, con libertad y sin obligación. Nos toca a los dos bandos.