Editora, musa de editores, casi post editora, Beatriz de Moura: "...No es que haya menosprecio por el libro, lo que ocurre es que en España y en parte de Europa se está dejando de leer". Tal vez sea una versión interesada. Pero me da en la nariz que algo huele a podrido en nuestras sociedades Y la podredumbre es siempre el ámbito de desarrollo de las enfermedades. La alteración de los procesos de comprensión mentales ¿llevará adjunta una sociedad definitivamente líquida y, por lo tanto, más sometida?
Imagino que la editora tiene muchas claves, unas más claras y otras en trance de ser nítidas del todo. Por eso es tan contundente: "Estamos un poco como en Fahrenheit 451: no se queman los libros ni damos vueltas por un parque recitándonos fragmentos pero sí está la atmósfera, la lectura va quedando para unos pocos; no es menosprecio por el libro; simplemente, se ha dejado de leer…” Ahora que pone el símil del parque se me ocurre que también es un síntoma que no se perciba en los parques el comentario de los libros leídos, que se recomendaban o se defendían con ardor en otras épocas. Soledad de los lectores presentes. Rareza de los futuros. El Fahrenheit larvado, pero igual de letal, que nos acecha; sin duda.
Imagino que la editora tiene muchas claves, unas más claras y otras en trance de ser nítidas del todo. Por eso es tan contundente: "Estamos un poco como en Fahrenheit 451: no se queman los libros ni damos vueltas por un parque recitándonos fragmentos pero sí está la atmósfera, la lectura va quedando para unos pocos; no es menosprecio por el libro; simplemente, se ha dejado de leer…” Ahora que pone el símil del parque se me ocurre que también es un síntoma que no se perciba en los parques el comentario de los libros leídos, que se recomendaban o se defendían con ardor en otras épocas. Soledad de los lectores presentes. Rareza de los futuros. El Fahrenheit larvado, pero igual de letal, que nos acecha; sin duda.
Sin duda es así, y sin duda alguien así nos quiere. Cuanto menos leídos, menos capaces de reflexionar y de rebelarnos.
ResponderEliminarY lo más triste es eso, que ni siquiera tienen que prohibirnos leer: no necesitan hacerlo, ya nos dejamos comer el coco por la publicidad nosotros solos.
Antes había una censura política, hoy también la hay, aunque más subliminal: es la censura que imponen los propietarios de los grandes medios de comunicación, y también los anunciantes. Y el que se mueve no sale en la foto, o sea, no le publican.
Así vamos devorando los mensajes que nos insuflan en las teles y las radios (en muchas partes de la geografía son casi monotemáticos) y nos vamos convirtiendo en los borregos que a los que mandan les gusta tener por vasallos y votantes esclavos de nuestra ignorancia. Así nos luce el pelo.
Gracias por tu reflexión.
Yo creo que sí y que no al mismo tiempo. He oído o leído en alguna parte que por una parte hay menos lectura (de libros, se entiende) y por otra, más ediciones, lo que como paradoja no es nada extraño por otro lado en este reino de paradojas. Tal vez se trata del modo de reaccionar ante lo que se nos pueda ofrecer, es decir, que tanta información desinforma, que tanta formación desforma (debiera ser "aforma" pero no existe). Entiendo que los tiempos cambian y que ello implica unos riesgos: se ganan cosas, se pierden cosas. Tal vez el problema esté en el mismo lugar de siempre, en la educación. No es tanto quizá el no tener la posibilidad de leer (ahora las opciones de buscar son enormes) sinó el perder la incercia y el uso del tiempo que precisa la lectura.
ResponderEliminarYo creo que no se ha dejado de leer, probablemente ha decaído la lectura en papel porque hay otros soportes, no tan cálidos es verdad, pero que cumplen la misma función. Cada vez más nos servimos de internet para leer la prensa, los clásicos de la literatura o libros de cualquier otra temática, contenidos que antes buscábamos en las enciclopedias, páginas dedicadas a la decoración, recetas de cocina ... pienso que seguimos leyendo pero las estanterías que se llenaban de libros y revistas se han quedado estancadas y cada vez se renuevan menos.
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