24.10.15

Los nubarrones de Lledó y de Muñoz Molina














Filósofo Emilio Lledó al recibir el premio de Comunicación y Humanidades: "El cielo de las humanidades está en realidad llenó de nubarrones violentos". Nubarrones tras los que se agazapan las precipitaciones del atraso cultural. Uno no sabe para qué sirve tal premio cuando el mérito es del hombre que lo recibe en este caso, y no del Estado que gusta de tapar sus vergüenzas con las concesiones anuales de una Fundación. Insiste Lledó: "Las humanidades se aprenden, se comunican. Las necesitamos para hacernos quienes somos, para saber qué somos y, sobre todo, para no cegarnos en lo que queremos, en lo que debemos ser". Si el filósofo hace nombre a su condición, es decir, comunica sabiduría, ¿por qué los que otorgan el premio no tiran de las orejas a los gestores de un gobierno que se afianza cada vez más como de torpes? Tal vez la respuesta la da hoy en Babelia Antonio Muñoz Molina: "El analfabetismo unánime sigue siendo la gran ambición de la clase dirigente y de la clase política en España". Si el analfabetismo quedara en el seno de esos clanes, pues allá ellos con sus miserias intelectuales. Pero esos clanes -eterna alianza de intereses económicos y confesionales- deciden sobre el presente y el futuro de la enseñanza en todos sus planos. Por lo tanto sobre los individuos y sus posibilidades. Continua Muñoz Molina: "En cualquier capital extranjera donde he estado en el último año me encuentro con los mejores entre los que sí han aprendido: descubren la sorpresa de trabajar en atmósferas favorables a la investigación y al estudio, sin el castigo agotador de ir contracorriente; en la mayor parte de los casos aceptan con melancolía la evidencia de que si quieren progresar en lo que hacen, el precio será no poder regresar. Grave es que los nativos tengan vedado el regreso, pero igual de grave es que no haya posibilidad de atraer al talento forastero". Política gubernamental: ni comer las berzas ni dejarlas comer. ¿Qué clase de progreso le espera a este país si no se prepara integralmente a los alumnos y si no se les proporciona marcos de investigación que además sean su modus vivendi? Parangonando cierta frase histórica, ¿también estudiar en España será llorar?








3 comentarios:

  1. A mis 62 años hago tercero de Filosofía de grado.
    No ha mucho me encontré con unos carteles en el 4º piso, hechos en din A4 y colgados en las columnas del recinto de la planta.
    Hablaban del sueldo de los interinos, y de como algunos de los profesores sustitutos cobraban la friolera de 400 € mes (sic).
    Como pensé que había un error y que ese sueldo es más bajo que la prestación por cuando se acaba el paro (creo que es de 426 € ) , tuve el atrevimiento de preguntar a un joven especialista en Epicuro que nos había dado alguna clase de Grecia Antigua y que se le ve con unas ganas locas de enseñar. me dió toda clase de explicaciones y me convocó a una manifestación que se haría en la puerta de la Facultad a la semana siguiente. Fui.
    La pregunta es ¿ Cuántos de los jóvenes de la facultad fueron a manifestarse en apoyo a los profesores de la Universidad ?
    La respuesta es: dos. Una chica un servidor y 11 profesores, de los cuales no se cuantos interinos y cuantos fijos.
    O sea, una pancarta y trece personas...
    En fin, como decía Blas de Otero "a mi edad, leches", pero no deja de ser triste, o como pone el Sr Mark Zabaleta, para llorar.
    Salut

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  2. - Estos Lledó y Molina ¿entrenan al Betis o al Sevilla?
    -No me suenan, quizá están en la Premier.

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