25.2.14

Tú que no puedes, tan en vigor en nuestros días




















A veces te regalan libros pequeños que son enormes. Goya y Los Caprichos es una pequeña joya escrita por la profesora Anna Pou Van Den Bossche que no tiene pérdida. Ya el propio artista, recuerda Anna Pou, había colocado un anuncio en Diario de Madrid donde decía que "se ha escogido como asuntos (...) entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en toda sociedad civil (...) aquellos que se ha creído más aptos a suministrar materia para el ridículo". Verdadera declaración de principios y de intenciones de Goya, donde bajo la denominación caprichosa trata temas como la educación, la Iglesia, las supersticiones, la corrupción, la mujer...desde una perspectiva crítico burlesca. Los Caprichos fueron en gran parte más racionalistas en su representación estética y acabaron siendo incluso oníricos, surrealistas, grotescos. Ridiculizar es un verbo que Goya plasma con estética variada y rompedora, con empeño satírico profundo, como un espejo donde los españoles de su tiempo  -¿distaremos mucho los españoles de ahora de aquellos otros?-  podían contemplarse. Anna Pou: "Lo bizarro o extravagante se expresa aquí  -en el anuncio de Goya-  con el término de ridículo, y el objetivo de la colección de estampas es mostrar el ridículo que suponen los defectos causados por la falta de educación y razonamiento, los dos pilares sobre los que descansaba el progreso de la humanidad según los ilustrados." Más clara e inteligente no podía ser la visión goyesca, y así salió la obra que salió.

Unas cuantas estampas son asnerías. El noble animal  -¿dónde andas, Platero, para salir en su defensa?-  ha sido en nuestra sociedad un símbolo de la necedad y de la tozudez ciega. El capricho Tú que no puedes es particularmente actual. Dos hombres del pueblo llano, digamos, sostienen sendos burros sobre sus espaldas. ¿No es suficientemente explícito de por sí el símil? Entre los tres tipos de comentarios que nos han llegado sobre los caprichos, hay dos que coinciden. El dramaturgo Adelardo López de Ayala interpreta así este grabado: "Las clases útiles de la sociedad llevan todo el peso de ella, o los verdaderos burros a cuestas." La interpretación de los que posee la Biblioteca Nacional es: "Los pobres y clases útiles de la sociedad que llevan a cuestas a los burros, o cargan con todo el peso de las contribuciones del Estado." ¿Modificaría Francisco de Goya un ápice del capricho si viviera en la actualidad? 

Un punto de reflexión -con doscientos años largos de por medio- en un día como hoy en que los representantes de la nación se empeñan en mantener muy vivo el Tú que no puedes del gigante Don Francisco.