19.3.14

Los objetos sustitutivos de Richard Ford













“Los relatos y también las novelas -es lo que he llegado a comprender a partir de la experiencia de escribirlos-, son objetos sustitutivos." Richard Ford en Flores en las grietas. ¡Pero qué objetos, oiga! Ya quisiéramos muchos sustituir nuestras deficiencias, frustraciones, carencias y olvidos con el arte de escribir. En muchos individuos la necesidad interior -poned el plural si queréis- se pretende cubrir con productos de consumo grotescos y al alcance previo pago. Otros generan actividad compensatoria creando con las manos, los pinceles, la lectura, la imagen o con el devaneo del pensamiento filosófico. Espléndido análisis-confesión de Richard Ford: " Tienen su origen en impulsos vigorosos y desordenados; se proveen de acumulaciones azarosas de vida volcada en palabras, y en su creación se valen de la desgracia, la memoria defectuosa, la comprensión tergiversada, el hastío, casi todo tipo de engaño imaginable, el azar y la insistencia en un vocabulario cada vez más inadecuado que requiere de la imaginación, todo lo cual culmina, a menudo en un objeto en tensión, difícil de contener y que sólo se sostiene gracias a un control feroz y a veces insuficiente…” ¿Quiere decirnos el escritor que la escritura pone orden en el caos de la conducta vital? No necesariamente. El orden difícilmente genera creación alguna, solo normaliza y perpetua como estereotipo y referencia lo ya hecho que, como tal, tiende a envejecer. El tráfago de experiencias desiguales, el choque entre antagonismos, la resistencia de conductas, la merma de comunicación, la espiral reacción-acción (o viceversa), los desamores, las pérdidas...todo desata impulsos confusos y a veces de callejón sin salida aparente. Pero por ahí anda el caldo de cultivo de una escritura sustitutiva del marasmo y la desintegración.