9.10.16

Un aforismo celular de Santiago Ramón y Cajal













"Los viejos hemos escalado una cima fría, pero serena; no descendamos de ella exudando petulencias y ñoñeces". Santiago Ramón y Cajal empieza así uno de sus aforismos. No solamente sabía investigar las células nerviosas del cerebro. Miraba su mundo de cerca y sacaba conclusiones a medida que avanzaba en edad. "Defendamos nuestro cerebro de la chochez, inflexibilidad e intolerancia, y luchemos heroicamente contra nuestras arterias, que nos arrebolan al menor esfuerzo, y con la tristeza, que nos enerva". Claridad y pragmatismo al distinguir anatomía y emociones. No lo hace tanto como científico sino como hombre que ha vivido y, por lo tanto, experimentado ricamente con su propio ser todo eso denominado vida. "Puesto que es fuerza caer, caigamos con dignidad y decoro". Aviso a los pedantes que se creen eternos. Consejo a los nostálgicos que se desesperan. Asunción de las limitaciones, que no es resignación.