11.8.14

Agustina Bessa-Luis: vida es novela y novela es vida















Que Daniel Mordzinski fotografiara en una ocasión a Agustina Bessa-Luis de esta guisa no dice tanto del fotógrafo como de la narradora. ¿O cómo llamamos a Agustina? Dan ganas de llamarla simplemente coqueta o, mejor aún, vigilante de su propia estética. Una autora portuguesa que prácticamente ha escrito de todo -novelas, cuentos, artículos, literatura infantil, poesía...- ¿cómo encajarla, que sería tanto como encajonarla? "A mí me gusta vivir como si la vida misma fuera una novela", responde en una entrevista que una vez le hicieron Mauricio Jalón y Fernando Colina para un libro de Cuatro Ediciones. Fascinante bingo el logrado por esta mujer. Establecer una relación personal de causa a efecto entre vida y literatura dice todo a su favor. "Me parece haber conservado siempre un enorme amor por retratar la vida y, sobre todo, por vivirla, incluso, como si fuera el retrato de mis novelas". Cuando se vive con esta mentalidad, o mejor dicho, con esa solicitud ¿no fluye acaso de manera enriquecida la vida cotidiana y paralelamente la plasmación imaginativa de una narración? ¿No se percibe una corriente saludable en ello? Esta actitud no creo que sea solo propiedad de una escritora abundante y madura, sino que vivir introduciendo grandes dosis de imaginación es probable que esté más extendido de lo que pensamos entre cuantos nos rodean. Simplemente como método de supervivencia o de un cierto placer. Insiste Bessa-Luis: "Para mí no hay diferencia entre lo que ocurre a nuestro alrededor y lo que se puede escribir. Para mí, vida es novela y novela es vida. Yo creo que el artista debe tener el don de la imitación, como dice Kafka: cuanto más imita, más novelista es. Pero no debe ser una imitación imitada, sino imitación de la vida. No ha de ser nunca imitación de la imitación. El verdadero escritor no sabe que imita aunque lo haga: traduce la vida."