30.12.13

El enmascaramiento, versión Nietzsche




















Deleite de una de las citas (la 175) de El caminante y su sombra. Así habla, pues, Friedrich Nietzsche:

"La mediocridad como máscara. La mediocridad es la más afortunada de las máscaras que puede llevar el espíritu superior, porque no hace pensar a la mayoría, es decir, a los mediocres en un enmascaramiento; y, sin embargo, por eso precisamente se la pone aquél, para no irritarlos y aun, no pocas veces, por compasión y bondad." Máscara no máscara. El modelo más idóneo para pasar inadvertido. No hay nada que reclame más la colectividad que tú seas uno de los suyos, al menos en el sentido de miembro del redil. Si el espíritu superior es, simplemente, el del individuo sensible, ya quedaría justificado su distanciamiento del tono medio social, aunque se vea forzado a pasar desapercibido. No sé si la máscara tienen que ponérsela los sensibles para no herir a los portadores de ese tono medio y normal o para no ser descubiertos en su instintiva pero también consciente sensibilidad. La mayoría confunde sensibilidad con sensiblería, no entendiendo que tras el primer rasgo se oculta una fortaleza crítica y una buena dosis de visión clara sobre el mundo y los hombres. En cualquier caso la máscara también conviene utilizarla para que no se advierta un excesivo grado de afectación y no ser arrojados, por mala conciencia de la mayoría, a las tinieblas exteriores. 




Máscara yacuba de Liberia. Fotografía de Thomas Renaut