16.4.15

El asombro de Izraíl Métter





















Izraíl Métter en su extraordinario relato La quinta esquina: "...¡Uno puede enloquecer, mamá, por las complejidades de la vida! Mientras más vivo en el mundo, más me empantano en ellas. La única salvación es algo que tú me enseñaste: no dejar de asombrarse nunca de lo que ocurre alrededor. Mientras pueda seguir asombrándome quizá continúe siendo un hombre. En la bajeza humana lo peor no es la bajeza, sino el hecho de habituarse a ella." 

Asombro y salvación. Asombro y costumbre. Asombro por la comprobación de que otros también se asombran. Asombro porque hasta el fin de nuestros días, y aun muriendo de muy viejos,siempre habrá algo que descubramos cuando pensábamos que nos las sabíamos todas. Asombro para que distingamos sobre las degradaciones de los individuos, de las que nadie estamos libres. El asombro como escudo o como transfiguración del riesgo de hundimiento. Métter nos previene, su experiencia fue rica al respecto y nunca se propuso llegar a Ítaca.