20.9.14

Los cuentos con los que no quiere mecer a nadie Richard Dawkins















"He visto que la cuna del hombre la mecen con cuentos", poetizó honestamente León Felipe. Es lo primero que me viene a la mente cuando leo lo que dice el biólogo Richard Dawkins en una entrevista en Babelia: "Tengo una ausencia de cualquier razón para creer en Dios, como tampoco en las hadas". Interesante planteamiento porque en los debates tradicionales sobre la existencia de Dios, en los que quienes lo defienden no demuestran nunca su existencia  -no es demostrable lo que no es-  se exige, sin embargo, a quienes lo niegan o simplemente no toman en consideración el concepto que lo demuestren. Típico planteamiento de fuerza el de los primeros, la fuerza de haberse instaurado el mito hace siglos, del cual viven profesionalmente bastantes individuos de este mundo. Aún dice más Dawkins: "Como científico me conmueve la belleza del mundo y del universo". ¿Cabe mayor declaración de amor, libre de las taras de las falsas creencias y basada simplemente en la sed de observación, disfrute, conocimiento e identificación con lo que habita por doquier? "Como educador, veo perverso que los niños se eduquen en falsedades cuando la verdad es tan hermosa", remata el científico. Ay, la magia de los cuentos con que mecemos a nuestros hijos. Probablemente sea más tabú cuestionar el rol de las hadas, los papanoeles y los reyes que el de las divinidades. Y más hoy que se han abierto tantos mercados para vender en su nombre. La verdad es hermosa: toda una declaración bella también en sí misma.