16.5.14

Deleuze y el combate con las sombras














"La lucha con las sombras es la única lucha real." Gilles Deleuze. Lo comprendo mejor si me retrotraigo a la infancia, donde el mundo de las sombras resultaba menos explicable. ¿Es que acaso de adulto se supera? Seguramente lo habitamos de modo análogo, con la diferencia de que nuestra conciencia de edad que avanza nos engaña. Y de que entramos todavía más a fondo en el juego de engañarnos, como una estúpida y ciega, pero en ocasiones utilitaria, manera de sobrevivir. Que las sombras más íntimas nos acompañan fieles es indiscutible. El combate o, mejor dicho, la manifestación de nuestra conciencia en su mundo, adquiere categoría imprescindible. Deleuze: "Cuando el cuerpo visible se enfrenta cual luchador a las potencias de lo invisible, no les da otra visibilidad que la suya. En aquella visibilidad es donde el cuerpo lucha activamente, afirma una posibilidad de triunfar, que no tenía en cuanto que ellas permanecían invisibles en el seno de un espectáculo que nos quitaba nuestras fuerzas y nos desviaba. Es como si ahora llegara a ser posible un combate. La lucha con la sombra es la única lucha real. Cuando la sensación visual se enfrenta a la fuerza invisible que la condiciona, despeja entonces una fuerza que puede vencer a esta, o bien hacerse su amiga. La vida grita contra la muerte pero la muerte ya no es precisamente eso demasiado visible que nos hace desfallecer, esa fuerza invisible que la vida detecta, desaloja y muestra gritando. La muerte se juzga desde el punto de vista de la vida y no al revés en donde nos complacíamos." ¿Es el desarrollo de nuestra capacidad creativa la mejor arma y el mejor triunfo para purificarnos en un combate con las sombras, al que no hay que renunciar?