29.6.13

Una cita, un poeta por descubrir















Leído en un correo personal, tras el cual se encuentra alguien que no ve todos los días el amanecer con el mismo sol. Digo una perogrullada, porque sabido es que ya no tenemos edad nadie de ignorar con soberbia la luz que nos ilumina cada día, sea cual sea su intensidad. Pero sé por qué lo digo. Los cuerpos  -receptores de luz, entre otras dádivas de la naturaleza y de la vida- van entrando en pulsos de maltrato y disfunción. Remata, pues, el texto: "porque como dice el poeta Michael Hofman en unos versos no me di cuenta de que estar en cualquier lugar sobre la superficie de la tierra es sangrar". La utilización de una cita como sustitución de un pensamiento propio  -tal vez porque nos parece que es más expresiva o porque lo dice de mejor manera- es un ejercicio que practicamos todos con cierta frecuencia. No se me ocurre una respuesta liviana al correo, a la persona que me lo dirige. Solo añado con escepticismo animoso: "Sintamos fluir la sangre dentro de nosotros. No pensemos en la sangría. Al menos no antes de tiempo". De pronto pienso que no he leído nada de Michael Hofman, 57 años; que nadie me había hablado de él. Un cita de desahogo para quien la emite: provechosa para quien la recibe.