1.7.15

Una letras de Francisco de Quevedo Villegas






















No he de callar por más que con el dedo, 
ya tocando la boca o ya la frente, 
silencio avises o amenaces miedo.

Gracias por tus palabras satíricas y censorias que sobrevuelan casi cuatrocientos años de retorcida historia, Don Francisco. Un consuelo. Mas no nos curamos de aquellos males de antaño que siguen siendo de hogaño.